El policía alemán acusado de descuartizar a un hombre que conoció en internet en una página dedicada al canibalismo, comparece a partir del viernes ante la justicia de Dresde (este) .
Según la fiscalía, Detlev Günzel, de 56 años y más de 30 pasados en la policía, mató a la víctima en noviembre en su propia casa y después la despedazó y la enterró en el jardín en Hartmannsdorf-Reichenau, un pueblito situado cerca de la frontera checa.
La víctima, Wojciech Stempniewicz, un consultor de 59 años de origen polaco, había conocido al policía un mes antes en una página internet donde los usuarios pueden intercambiar sus fantasías sobre canibalismo.
Un simple clic en esta plataforma que dice contar con 3 000 seguidores y se jacta de ser “número uno de la carne exótica“, les permite acceder a un espacio de diálogo si desean ir más allá de su imaginación.
No se ha podido demostrar que Günzel se haya comido partes de su víctima, pero tendrá que responder a las acusaciones de asesinato y “atentar contra la paz de los muertos”.
“Él quería matar a ese hombre y lo cortó en pedazos”, según el portavoz de la fiscalía, Lorenz Haase.
El acta de acusación señala “la satisfacción sexual” como móvil del crimen.
Un vídeo de 50 minutos, filmado por Günzel, calificado de “puro horror” por un investigador, será proyectado durante el juicio, que se prolongará por lo menos hasta noviembre, en el tribunal de Dresde.
Las imágenes, según la prensa alemana, muestran a un hombre en calzoncillos cortando en pedazos a otro que está desnudo, suspendido de un gancho, amordazado y con las manos en la espalda.
Al comienzo Günzel confesó que había llevado a su víctima al sótano y la había apuñalado en la garganta para matarla, pero después se retractó, según su abogado Endrik Wilhem.
El abogado cuenta justamente con la proyección del video para demostrar que Stempniewicz, suspendido por la garganta a una polea, jamás perdió el contacto con el suelo y “habría podido poner fin en todo momento a la estrangulación”.
Faltan partes del cuerpo
“En las últimas imágenes del video, (el acusado) dice algo así como que ‘no puedo creer lo que acaba de ocurrir‘”, sostiene Wilhem, quien piensa que su cliente, obsesionado por los acontecimientos, “era incapaz de matar a nadie” pese a sus salvajes fantasmas.
Un informe de la autopsia asegura que la víctima murió por asfixia.
En Alemania, el asesinato puede conllevar cadena perpetua pese a que los condenados no suelen pasar más de 15 años en la cárcel.
El día de los hechos, el policía fue a buscar a Stempniewicz, procedente de Hanóver (norte), a la estación central de Dresde. Después fueron a su casa, donde alquilaba habitaciones. Antes de conocerse, los dos hombres habían intercambiado varios correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas telefónicas.
Günzel llevó a los investigadores al lugar donde estaban enterrados los restos de la víctima cuyo cuerpo no ha podido ser reconstituido totalmente, pues faltan los genitales, según la prensa local.
El acusado, que ha sido apartado de sus actividades en la policía criminal regional, es padre de una hija adulta y vivía con su compañero desde hace una década. Éste será uno de los 20 testigos que comparecerán en el tribunal.
En Alemania, este asunto ha hecho recordar el “canibal de Rotenburgo”, Armin Meiwes, que en 2001 castró, asesinó, evisceró y consumió partes de un berlinés de 43 años que se prestó a ello y por lo que fue condenado a cadena perpetua.