Flores y mensajes de recuerdo y apoyo a las víctimas, en las inmediaciones del paseo marítimo de la ciudad de Niza. Foto: EFE
El primer ministro socialista francés, Manuel Valls, denunció el lunes 25 de julio del 2016 una ofensiva “política” de la oposición de derecha para “desestabilizar al gobierno”, en medio de una polémica sobre supuestas fallas de seguridad la noche del atentado de Niza.
“Es una polémica puramente política”, denunció el jefe del gobierno, acusando en particular al líder de la derecha en Niza, Christian Estrosi, exalcalde de esta ciudad de la Costa Azul, muy crítico con el gobierno.
Al igual que el presidente François Hollande, Valls defendió sin reserva al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, a quien una agente de la policía municipal de Niza acusó el domingo de haber ejercido presiones para que se modificara un informe sobre el atentado del 14 de julio, en el que murieron 84 personas y 350 resultaron heridas.
Bernard Cazeneuve “es un hombre íntegro, un hombre de Estado, un ministro de Interior fantástico”, sostuvo Valls.
Desde el atentado de Niza, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, no ha dejado de crecer la polémica sobre las medidas de seguridad tomadas la noche del atentado en el Paseo de los Ingleses.
Fue en este malecón costero que un tunecino de 31 años, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, embistió con un camión de 19 toneladas a una multitud que se había reunido para ver los fuegos artificiales para celebrar la fiesta nacional francesa.
La controversia se centra en el número de efectivos policiales – nacionales y municipales -, considerado insuficiente, en el lugar del atentado y los medios implementados para impedir la entrada de vehículos en esta zona.
Pero, el primer ministro negó que se hayan cometido “ fallas ” de seguridad.
“Todo esto debe cesar (…) Esta idea que el Estado miente, que el Estado tiene algo que esconder, esto alimenta las dudas, divide al país”, dijo el lunes el jefe del gobierno.
“Evidentemente, hay que buscar la verdad (…) pero para esto hay que dejar que la justicia haga su trabajo”, agregó. Indicó además que la Inspección General de la Policía Nacional entregará en los próximos días un informe sobre las medidas de seguridad en vigor en Niza el 14 de julio.
El lunes por la mañana, el presidente francés subrayó también que le corresponde a “ la justicia ” y “ a nadie más ” sacar la verdad a la luz.
Demandas contra el Estado
Familiares de las víctimas del atentado tienen intenciones de demandar al Estado francés y a la alcaldía de Niza por presunto incumplimiento de su obligación de protección.
La oposición de derecha, que dirige Niza, y la extrema derecha, que está muy implantada en esa localidad, acusan al gobierno socialista de no haber hecho todo lo necesario para impedir este nuevo atentado, el tercer ataque mortífero masivo en Francia en 18 meses.
Toda esta polémica “es indigna. Desde hace diez días estamos degradando el debate político”, se indignó Valls.
El primer ministro acusa a Estrosi, presidente de la región de la que hace parte Niza, de haber lanzado esta polémica la misma noche del atentado, cuando los cadáveres de las víctimas seguían yaciendo en el Paseo de los Ingleses.
El atentado del 14 de julio es un golpe duro tanto para el gobierno como para el exalcalde de Niza, adjunto de seguridad de la ciudad. Estrosi alardeaba a menudo de haber convertido a Niza en una de las ciudades más seguras de Francia, gracias a una de las redes de vigilancia más densa del país.
El ataque de Niza es el peor atentado cometido en Europa desde los ataques del 13 de noviembre en París y del 22 de marzo en Bruselas. Los tres atentados fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) .