La junta directiva de la petrolera BP, responsable del derrame de crudo en el golfo de México, discutirá el futuro del presidente ejecutivo Tony Hayward, hoy. Se anuncia un despido.La figura de Hayward ha estado en el punto de mira desde el principio de las investigaciones sobre el peor derrame de petróleo de la historia de EE.UU.Sin embargo, esta semana volvió a ponerse en la mira cuando el Senado estadounidense manifestó su interés porque el Presidente de BP testificará esta semana.A él le preguntarán acerca del papel de la petrolera en la liberación Abdelbaset Al Megrahi, único condenado por el atentado aéreo de Lockerbie en el que murieron 270 personas en 1988.Desde que se produjo el vertido de petróleo, la actuación de Hayward ha estado rodeada de polémica. El directivo minimizó el impacto medioambiental de la explosión de la plataforma de BP y no logró detener con prontitud el derrame, por lo que fue relevado de gestionar los esfuerzos para taponar el pozo.Pero la gota que colmó el vaso fue cuando, en plena crisis, cogió su yate de 15 metros de largo, valorado en 565 000 euros, para participar con su hijo en una regata en la isla de Wright, en el sur del Reino Unido.Su comparecencia ante la Cámara de Representantes de EE.UU. también dejó bastante que desear. Hayward permaneció impasible ante las acusaciones y se limitó a responder muchas de las preguntas con un escueto: “No lo sé”. La actitud de BP indignó a los legisladores, y alguno le recordó su obligación de colaborar en la investigación parlamentaria, a pesar de que haya también una investigación penal en curso.Hasta el propio Barack Obama, presidente de los EE.UU. hizo público su desdén hacia el Presidente Ejecutivo: “No estaría trabajando para mí después de todo lo que ha dicho”, dijo.