A caballo o a pie, cientos de personas con lanzas mataron hoy en la localidad española de Tordesillas (centro) a un enorme astado durante el “Toro de la Vega”, un festejo que data de la edad media denunciado por los defensores de los animales por su crueldad.
Decenas de hombres montados a caballo persiguieron a “Volante”, un toro bravo de 622 kg de peso, seguidos por cientos de participantes a pie.
En este festejo, que data de 1453 y es herencia de los juegos taurinos medievales que existían en España antes de la aparición de las corridas de toros a finales del siglo XVII, el astado es perseguido por las callejuelas de la ciudad fortificada de Tordesillas hasta que cruza un puente sobre el río Duero para llegar a los campos cercanos donde se le da la muerte.
Sin embargo este año, una vez en la explanada “Volante” dio media vuelta y emprendió el camino de vuelta al pueblo, comprobó un periodista de la AFP en el lugar.
Al menos un hombre a caballo asestó al animal un golpe de lanza cerca del puente, pero la muerte tuvo lugar fuera de la zona oficialmente designada con lo que el festejo fue declarado nulo. Algunos de los participantes reclamaron que se suelte a otro toro y se realice un nuevo torneo.
“Los propios participantes han incumplido varios artículos de la Ordenanza del Toro de la Vega, en la que se establece que el toro no puede ser perseguido en huida ni lanceado fuera de los límites y que, en caso de ser así, se le deberá dar por vencedor y dar por finalizado el torneo”, denunció Pacma, partido defensor de los derechos de los animales.
“Los torneantes ni siquiera han sido capaces de respetar sus macabras y anacrónicas Ordenanzas que rigen el Torneo. Han matado al toro fuera de la zona que ellos consideran ‘permitida’”, lanzó en un comunicado.
En el inicio del festejo, decenas de defensores de los animales se habían congregado ante el establo para intentar impedir que el toro fuese soltado y protestar, como cada año, contra el trato reservado a estos astados, antes de ser dispersados por la policía.
Paralelamente, en Madrid, defensores de los derechos de los animales protestaron contra esta tradición que califican de cruel.
Ya durante el fin de semana unos 500 activistas se habían manifestado en Tordesillas. Vestidos con camisetas blancas en las que podía leerse “Rompe una lanza”, se reunieron en la explanada donde tiene lugar el torneo para partir en dos largas varas de madera.
“Es inaceptable que amparándose en la tradición tenga lugar este Torneo y aún más inaceptable que cuente con apoyo y financiación pública”, denunció por su parte la presidenta del partido ecologista Equo, Reyes Montiel.