Graves inundaciones, causadas por torrenciales aguaceros, han afectado a miles de peruanos y bolivianos. La tragedia afecta a 160 000 personas, en ambos países.
Mas de 60 000 personas fueron afectadas por las lluvias torrenciales en el departamento de Cusco, sureste del Perú, informó el jefe del Consejo de Ministros, Javier Velásquez. Mientras tanto, se esperaba que ayer, o máximo hoy, concluyera el rescate de turistas varados en Machu Picchu.
El funcionario, con base en cifras del Instituto de Defensa Civil, informó que hubo 23 445 personas damnificadas (que perdieron todo) y 37 375 afectadas (que perdieron parte de sus pertenencias) a raíz de las precipitaciones.
Velásquez no dio la cifra de muertos, pero según la prensa son al menos cinco, incluyendo una turista argentina, en Cusco, principal destino turístico de Perú.
En Machu Picchu, que quedó aislado por las inundaciones, aún hay turistas extranjeros varados. Las autoridades de Cusco pidieron al Gobierno central no relativizar la ayuda para los pobladores de esa localidad y otras de la región, ubicada a unos 1 200 kilómetros al sur de Lima.
Los desbordes no solo ocurrieron en el Cusco, que se encuentra en estado de emergencia. También se dieron en la región de Puno, fronteriza con Bolivia, hasta donde se extendió la alerta.
Al otro lado de la frontera, el Gobierno boliviano declaró el estado de emergencia en cinco de los nueve departamentos del país. Las inundaciones, riadas y deslizamientos dejaron unas 100 000 personas sin hogar y destruyeron miles de hectáreas de cultivo.
Los desastres causados por las intensas lluvias debido al fenómeno de El Niño en todo el país dejaron ocho muertos en lo que va del año, según informe oficial. Al menos cinco grandes ríos están a punto de desbordarse en la región amazónica boliviana.
La declaración de emergencia tiene aplicación inmediata en La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca y Beni. Pero podrá ser ampliada también a los otros cuatro departamentos que están en situación de alerta amarilla.
El presidente Evo Morales decretó el estado de emergencia ayer, después de visitar a los damnificados de un gran deslizamiento de tierra en el centro urbano de La Paz. Allí, el jueves en la madrugada, el alud destruyó 72 casas y dejó a 118 familias sin hogar.
74 de los 337 municipios de Bolivia enfrentan inundaciones, en especial Santa Cruz y Cochabamba. El Servicio Hidrográfico anunció que las fuertes lluvias continuarán por varias semanas.