La paz con Corea del Norte no implica la salida de soldados estadounidenses, dice presidente surcoreano

El presidente surcoreano, Moon Jae-in (2i), recibe la ovación de sus secretarios durante una reunión en la oficina presidencial en Seúl (Corea del Sur) el 30 de abril de 2018, tras su exitoso encuentro con el líder norcoreano, Kim Jong-un, se semana anter

El presidente surcoreano, Moon Jae-in (2i), recibe la ovación de sus secretarios durante una reunión en la oficina presidencial en Seúl (Corea del Sur) el 30 de abril de 2018, tras su exitoso encuentro con el líder norcoreano, Kim Jong-un, se semana anter

El presidente surcoreano, Moon Jae-in (2i), recibe la ovación de sus secretarios durante una reunión en la oficina presidencial en Seúl (Corea del Sur) el 30 de abril de 2018, tras su exitoso encuentro con el líder norcoreano, Kim Jong-un, se semana anterior. Foto: EFE

El presidente surcoreano Moon Jae-in rechazó el miércoles, 2 de mayo del 2018, la idea de que se marchen las decenas de miles de soldados estadounidense presentes en Corea del Sur en caso de un tratado de paz con Corea del Norte.

Estas declaraciones tienen lugar al tiempo que el gobierno de Seúl confirmaba el despliegue de varios aviones de caza furtivos estadounidenses F-22 “Raptor” en Corea del Sur para maniobras aéreas conjuntas.

Las dos Coreas siguen todavía técnicamente en guerra, dado que el conflicto terminó en 1953 no gracias a un acuerdo de paz sino en virtud de un armisticio.

Moon y el dirigente norcoreano Kim Jong Un acordaron el pasado viernes, 27 de abril del 2018, durante una cumbre histórica, trabajar por conseguir una paz duradera en la península.

“Las Fuerzas de Estados Unidos en Corea (USFK) son una cuestión que depende de la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos. No tiene nada que ver con la firma de un tratado de paz”, declaró Moon, en referencia al acuerdo bilateral que autoriza la presencia de 28 500 militares estadounidenses en Corea del Sur.

Moon hizo esta precisión después de que un consejero presidencial hubiese declarado abiertamente que la presencia de soldados, marines y aviadores estadounidense se vería en entredicho en caso de tratado de paz con Pionyang.

El consejero Moon Cung-in escribió en la revista Foreign Affairs que sería “difícil justificar el mantenimiento (de las fuerzas estadounidenses) en Corea del Sur” tras la firma de la paz con el país vecino.

La Casa Azul, sede de la presidencia surcoreana, pidió después a su consejero que “no provoque más confusión”, según su portavoz Kim Eui-kyeom.

Aviones furtivos estadounidenses

Tras años de una creciente tensión debido a los programas nuclear y balístico norcoreanos, la península vive desde principios de 2018 una distensión remarcable, que se vio ilustrada por la cumbre intercoreana del pasado viernes.

Esta debe ser el preludio de un encuentro aún más esperado entre Kim y el presidente estadounidense Donald Trump. Este último afirmó el martes que la fecha y el lugar de la cumbre se anunciarán pronto.

El miércoles, Corea del Sur confirmó que varios cazas furtivos estadounidenses F-22 “Raptor” fueron desplegados en su territorio para llevar a cabo maniobras aéreas conjuntas, a pesar del reciente acercamiento con el régimen norcoreano.

Unos F-22 “Raptor” ya habían sobrevolado Corea del Sur en diciembre cuando Seúl y Washington realizaron sus mayores ejercicios aéreos, días después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico intercontinental (ICBM) con la capacidad de alcanzar el suelo estadounidense.

Las autoridades norcoreanas reaccionan siempre con vehemencia el despliegue de aviones furtivos estadounidense que, según ellas, pueden usarse para realizar ataques contra objetivos en Corea del Norte.

Pero Kim Jong Un se mostró aparentemente más conciliador al respecto esta vez, al decirle en marzo el emisario surcoreano Chung Eui-yong que entendía la necesidad de que Washington y Seúl realicen ejercicios militares conjuntos.

Las maniobras aéreas 'Max Thunder' empezarán el 11 de mayo y durarán dos semanas. Deben implicar a un centenar de aviones de ambos países.

“Max Thunder es un ejercicio regular que estaba previsto mucho antes de que surgiera el proyecto de cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte”, indicó en un comunicado el ministerio surcoreano de Defensa, que pidió a los medios evitar las “especulaciones” respecto a las intenciones de ese despliegue.

El diario conservador Chosun Ilbo había afirmado antes que el objetivo de ese despliegue era aumentar la presión sobre Pionyang antes del encuentro histórico entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un.

Se ha mencionado como posible escenario de este encuentro el pueblo de Panmunjom, situado en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que separa las dos Coreas y donde el viernes 27 de abril tuvo lugar la cumbre intercoreana.

Chosun Ilbo afirmó que la llegada de los cazas F-22 también podría estar destinada a reforzar la seguridad en el caso de que la cumbre se celebre en Panmunjom.

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