Un pastor cristiano, cuyo plan de quemar copias del Corán el 11 de septiembre ha generado la condena mundial, dijo ayer que realizará el acto a pesar de las advertencias de que pondría en riesgo las vidas de soldados estadounidenses en Afganistán e Iraq. El pastor Terry Jones, líder de una pequeña iglesia protestante en Gainesville, Florida, enfrenta una serie de llamados de Washington, del Ejército y de líderes religiosos, así como del exterior, para que cancele los planes de quemar el libro sagrado del Islam. “No estamos convencidos de que dar pie atrás sea lo correcto”, dijo Jones, autor de un libro titulado ‘Islam is of the devil’ (‘El Islam es del demonio’), a un grupo de periodistas en una breve declaración ofrecida frente a la sede de su iglesia. La acción fijada para el sábado, cuando se cumplirá el noveno aniversario de los ataques, ha atraído la condena internacional y generó protestas en Afganistán e Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo. Debido al aumento de la molestia en Afganistán por la propuesta de quemar el Corán, la Policía afgana estaba en alerta ante la posibilidad de más protestas. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo estar “profundamente perturbado” por los planes de Jones y el Vaticano también se sumó a las voces críticas.El secretario de Defensa, Robert Gates, dijo a su personal en una reunión matutina en el Pentágono que él “apoya con firmeza” la visión de sus comandantes militares de que cualquier plan de quemar el Corán puede poner en peligro vidas estadounidenses”, dijo el portavoz del Pentágono Dave Lapan. Las autoridades en Gainesville dijeron que están reforzando la seguridad para el evento del sábado en la iglesia de Jones, conocida como el Dove World Outreach Center. Funcionarios de agencias del orden dijeron que se han hecho varias amenazas de muerte en contra Jones. El FBI y las agencias federales están trabajando para investigar las amenazas.