La tormenta tropical Álex amenazaba con convertirse en huracán en las aguas cálidas del golfo de México tras dejar al menos 10 muertos en Centroamérica y atravesar la península mexicana de Yucatán, donde provocó fuertes lluvias.
Álex -con vientos máximos sostenidos de 95 kilómetros por hora- se encontraba a las 18:00 GMT a 135 km al oeste-noroeste del estado mexicano de Campeche y se desplazaba a una velocidad de 7 kilómetros por hora hacia el norte-noroeste.
“Se pronostica un fortalecimiento adicional en los próximos dos días y se espera que Álex se convierta en huracán el martes (hoy)”, indicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos. Se espera que Álex toque tierra nuevamente a mediados de la semana entre Brownsville, Texas, y Ciudad Madero, en México.
En Nicaragua cinco personas murieron por crecidas de ríos en el norte y oeste del país, mientras que en El Salvador tres hombres fallecieron arrastrados por la corriente de un río.
En el segundo país, las intensas lluvias dejan además 535 evacuados en 17 albergues en El Salvador, por el cual las autoridades de Protección Civil decretaron la alerta naranja.
En Guatemala dos personas perdieron la vida por el deslave de un cerro, señalaron autoridades de Protección Civil.
Las fuertes lluvias generadas por Álex, inundaron algunas calles de la ciudad mexicana de Campeche -en las costas de la península de Yucatán-, pero funcionarios indicaron que no se reportaban daños de consideración.
La tormenta causó también fuertes lluvias sobre el balneario de Cancún, en el norte de la península, muy visitado por turistas estadounidenses y europeos, y los fuertes vientos arrancaron pequeños árboles pero no provocaron alteraciones en las actividades normales.
La tormenta retrasó ayer los trabajos de captura del enorme derrame de crudo desde el pozo dañado de BP en el golfo de México.
Ayer se conoció que el petróleo derramado en el golfo alcanzó las costas de Misisipi (EE.UU.) mientras los gastos de limpieza del crudo asumidos por la empresa británica BP aumentaron hasta los USD 100 millones diarios.
La factura por la peor catástrofe ambiental de la historia de Estados Unidos sigue aumentando para el grupo petrolero BP, que anunció haber gastado hasta la fecha USD 2 650 millones.
En la madrugada de ayer se descubrieron las primeras manchas de petróleo en dos playas turísticas de Misisipi. Hasta ahora la mayor parte del crudo procedente de la plataforma Deepwater Horizon había sido arrastrado a las costas de Luisiana, aunque también alcanzó algunas playas de Alabama y Florida.