Fotografía de archivo tomada el 6 de marzo del 2015 que muestra a un hombre que camina junto a un mural que representa el vuelo desaparecido de Malaysia Airlines MH370, en Shah Alam a las afueras de Kuala Lumpur (Malasia). Foto: EFE
A finales de julio de 2018, un grupo de investigadores internacionales entregó los resultados de las pericias que llevaron a cabo sobre la desaparición del Boening 777 de Malaysia Airlines, el avión que llevaba 227 pasajeros y 12 tripulantes y que perdió comunicación con la base el pasado 8 de marzo de 2014. Los restos de la aeronave y los cuerpos de quienes estaban a bordo no han sido hallados hasta la actualidad.
En el informe, los analistas independientes, que elaboraron un estudio separado al que entregaron las autoridades de Malasia, aseguran que es posible que haya existido “intervención por parte de terceros” en el incidente. Según el reporte, la ruta del avión habría sido deliberadamente desviada durante más de siete horas después de que la comunicación se cortara.
Este 24 de octubre del 2018, nuevos detalles han sido liberados. Ghyslain Wattrelos, un ciudadano francés que perdió a su esposa y sus hijos en el accidente aéreo, filtró a la prensa algunos de los aspectos y nuevas hipótesis que maneja la Gendamarie Air Transport (GTA) de Francia con respecto a la investigación del siniestro.
Según Wattrelos, los investigadores han encontrado “inconsistencias” en el informe presentado por las autoridades malasias. También han asegurado que se identificó la presencia de pasajeros que denominan como “curiosos”, y a quienes “deberíamos continuar investigando”.
Los investigadores aseguran que hallaron la presencia, en el avión, de un pasajero con el suficiente conocimiento técnico como para hackear los sistemas de comunicaciones y cambiar la ruta del aeroplano. Según la versión de Wattrelos, se trataría de un malasio experto en aeronáutica. El pasajero, además, estaría sentado muy cerca del módulo Satcom (un dispositivo de comunicaciones satelitales).