El papa Francisco aclara que no existe ningún distanciamiento con el gobierno del presidente argentino Mauricio Macri. Foto: AFP
El papa Francisco asegura que no tiene ningún problema con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, a quien calificó de “persona noble” frente a los rumores de que la relación que mantienen ambos jefes de Estado es fría, según una entrevista publicada el domingo 3 de julio del 2016 por el diario La Nación.
“Yo no tengo ningún problema con el presidente Macri. No me gustan los conflictos. Ya me cansé de repetir eso”, recalcó el pontífice, que también apunta que Macri le “parece una persona bien nacida, una persona noble”.
Francisco agrega que en los seis años en los que coincidió con él cuando el político conservador ocupaba el cargo de Alcalde de la capital argentina (2007-2015) “una sola vez” tuvieron un “problema”.
“No hay ninguna explicación en la historia para que se diga que yo tengo un conflicto con Macri”, subraya el que fuera arzobispo de Buenos Aires en sus declaraciones a ese medio.
El incidente más reciente en alimentar los rumores sobre el supuesto distanciamiento entre el actual Gobierno y el Pontífice fue la orden de Francisco de devolver de una donación de USD 1,1 millones realizada por el Ejecutivo para el proyecto educativo Scholas Scholas Occurrentes, impulsado por el Papa.
“Esa interpretación es absolutamente incorrecta”, puntualiza Jorge Bergoglio.
“Yo les dije a los dos responsables de Scholas, con todo mi cariño, que los estaba preservando a ellos, los estaba cuidando de eventuales tentaciones o errores en el manejo de la fundación. De ninguna manera aludía al Gobierno (…) Sigo creyendo que no tenemos derecho a pedirle un peso al gobierno argentino cuando éste tiene tantos problemas sociales para resolver”, agrega.
Además, Francisco tuvo palabras de admiración con referentes del oficialismo y con miembros del Gabinete de Macri, como la canciller y aspirante a secretaria general de las Naciones Unidas, Susana Malcorra, de quien aseguró que no sabe “cómo hizo una ingeniera electrónica para tener semejante cultura política”.
También atajó la controversia sembrada por la visita este año de la titular de la asociación humanitaria Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien además de ser próxima al kirchnerismo y estar enfrentada con el macrismo ha tenido acusaciones muy duras contra Francisco en el pasado.
“Hasta un amigo me mandó una carta criticándome por eso. Fue un acto de perdón. Ella pidió perdón y yo no se lo negué. No se lo niego a nadie (…) Es una mujer a la que le mataron dos hijos. Yo me inclino, me pongo de rodillas ante semejante sufrimiento. No importa lo que haya dicho de mí. Y sé que dijo cosas horribles en el pasado”, sostuvo.
En sus declaraciones a ese medio, Francisco se refiere también a su relación con los sectores más conservadores del catolicismo, y manifestó que aunque estos hacen su trabajo y él hace el suyo, como papa quiere una “Iglesia abierta, comprensiva, que acompañe a las familias heridas”.
“Ellos le dicen que no a todo. Yo sigo mi camino sin mirar al costado. No corto cabezas. Nunca me gustó hacerlo. Se lo repito: rechazo el conflicto”, concluyó.