El papa Francisco 'está dispuesto a cambiar el mundo', dice teólogo argentino

El papa Francisco "está dispuesto a cambiar el mundo" y en su corto pontificado, que se acerca al primer año, ya abrió una "ventana" que deja pasar "aire nuevo", afirmó el teólogo argentino José María del Corral.

"La gente lo reconoce como el Papa de todos", aseveró Del Corral, uno de los amigos más cercanos del primer Pontífice latinoamericano de la historia, en entrevista con Efe en San Salvador, donde visita proyectos de la Fundación Fútbol Forever, invitado por ésta.

Del Corral, que también es educador, dirige la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro, que es una iniciativa del Papa, quien lo nombró en ese cargo.

Al recordar que el primer año del pontificado de Francisco se cumplirá el 19 de marzo próximo, Del Corral consideró que algo destacado del Papa en estos 11 meses en el Vaticano ha sido "abrir la ventana: la ventana a la humanidad, a las cabezas, al alma".

Además, enfatizó que Francisco ha dado muestras de que "él está dispuesto a cambiar el mundo".

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, hasta entonces arzobispo de Buenos Aires, fue elegido papa el 13 de marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI y fue entronizado el 19 de ese mes.

Del Corral remarcó que el papa Francisco "se animó a abrir la ventana y por eso la gente sintió que había entrado aire nuevo (a la Iglesia católica); la gente volvió a creer, volvió a esperar, se entusiasmó".

Esa apertura la "estaba esperando el pueblo, la Iglesia, el pueblo de Dios, la gente; toda la gente esperaba que alguien, que un líder, que alguien, un referente de la humanidad, pudiera abrir la ventana", añadió.

"Creo que él superó todas las presiones y se animó a abrir la ventana", aseveró.

Sobre retos que debe enfrentar el papa Francisco, como las denuncias de abusos sexuales y casos de pederastia en la Iglesia católica, Del Corral insistió en que "si uno abre la ventana (...) deja que entre la luz y el aire, y las cosas que se tratan de esconder quedan a la vista".

"Y por eso, cuando él hace eso (abrir la ventana), hace un gesto realmente heroico; él sabe que está entregando la vida (...), pero él cree que eso es el testimonio", subrayó.

"No olvidemos que el martirio no es masoquismo; martirio es una forma ejemplar de testimonio y este Papa está dispuesto a ser mártir porque está dispuesto a morir por su gente", sentenció el educador argentino, quien matizó que él es laico, no sacerdote.

Del Corral opinó que la apertura y los cambios que ha promovido el papa Francisco no tienen marcha atrás.

En primer lugar, si se aventura una visión de futuro, "dentro de 10 años (...) esta ventana no se va a poder cerrar", manifestó.

"No importa cuántos días viva este Papa; cuando uno abre la ventana -y él se animó a abrirla de esta manera-, la ventana no se puede cerrar por más que se pongan 20 personas adelante", sentenció.

Indicó que, en segundo lugar, "esta renovación que él trae desde la educación es la muestra clara de que quiere llegar no simplemente a escribir libros sobre cómo debería ser el mundo: él está dispuesto a cambiar el mundo".

Según Del Corral, la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro, que el Papa lanzó en 2013, es una iniciativa que busca incorporar a los jóvenes a la educación y a las nuevas tecnologías, en el ámbito de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano.

Recordó que, en su época de arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio promovió la Escuela de Vecinos, que Del Corral también dirige.

Aunque por ser latinoamericano "lo hemos reconocido nuestro", a Francisco "la gente lo reconoce como el Papa de todos", comentó el teólogo amigo del Pontífice.

"Pero (Latinoamérica) es nuestra tierra; él lleva esta sangre, él lleva esta tierra, este modo de pensar el mundo; por eso digo que esto que él trae no solamente es lo nuevo, es lo que él aprendió, es lo que él caminó" como latinoamericano, afirmó.

Del Corral ha recordado durante su visita a El Salvador que él y el "cartonero" argentino Sergio Sánchez se sentaron junto a los altos delegados de todo el mundo en la misa de inicio de pontificado de Francisco, dada su cercana amistad con éste.

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