Lisboa vivió este lunes 28 de abril del 2025 una jornada de incertidumbre. El apagón que afectó a Portugal, España y el sur de Francia convirtió al pan y a las radios en productos de primera necesidad en la ciudad de Lisboa.
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El pan es oro en Lisboa durante el apagón
El pan y las radios, además de pilas, alimentos y lÃquido fueron los productos más buscados en Lisboa por el apagón de este 28 de abril del 2025. “Hoy el pan es oro“, decÃa Luis Alexandre, encargado de la tienda de comida ‘Os mimos do churrasco’, ubicada en el barrio de Olaias. En su local ya no quedaba pan ni agua y apenas algunos platos preparados.
Alexandre explicó que no podÃa hacer asados, especialidad de su negocio, y que trabajaban únicamente con gas: “Vamos a hacer comida de sartén. Solo tenemos platos preparados”, detalló.
En las primeras horas del dÃa, una avalancha de clientes arrasó con bebidas y panaderÃa. Se esperaba una nueva ola de compradores por la tarde.
En contraste, la carnicerÃa vecina, ‘Talho das Olaias’, tuvo que cerrar por la falta de energÃa. El gerente, LuÃs Teves, comentó que esperaba un electricista para conectar un generador y “minimizar los daños”.
Radios y pilas: comunicación en tiempos de crisis
Además de alimentos y agua, las radios se convirtieron en artÃculos muy demandados. João Costa, responsable de la PapelerÃa Violeta, afirmó que fue el producto más solicitado. “Muy probablemente van a tener que repensar cómo hacer las cosas”, señaló, al criticar que las recomendaciones oficiales, como limitar los desplazamientos o mantener la calma, resultaron insuficientes para una población que depende en su mayorÃa de los teléfonos móviles.
Para usar las radios, muchos salieron en busca de pilas. Gracinda, una vecina de 71 años, caminaba por la avenida Ingeniero Arantes e Oliveira con una radio bajo el brazo tras comprar pilas y velas para ella y sus vecinas. “Creo que esto fue una amenaza pequeña, para ver cómo reaccionamos”, opinó.
En el bazar donde compró, la escena se repetÃa: largas colas de personas preguntando únicamente por pilas y radios.
Agua y conservas, las otras prioridades
En toda Lisboa, numerosos establecimientos cerraron, incluidos el metro, supermercados, farmacias, restaurantes y centros de salud. Entre los negocios que siguieron abiertos, la venta de agua embotellada se disparó. Las autoridades advirtieron que podrÃan producirse cortes en el suministro.
Adina Sousa, una brasileña que reside en Olaias, trató de comprar agua en seis tiendas distintas, sin éxito. Finalmente, acudió con su hijo a una fuente pública. “Espero que vuelva luego la energÃa, pero si no, tendremos agua almacenada. Tampoco encontré conservas”, relató a EFE. Aunque vive en una autocaravana con paneles solares, le preocupaba asegurar su provisión de alimentos.
Sousa calificó de “extraño” el corte de energÃa, recordando que hace pocas semanas las autoridades europeas recomendaron a la población preparar un botiquÃn de emergencia.