Los palestinos afrontan una semana clave para sus aspiraciones

Los palestinos afrontan una frenética semana: tratarán de superar sus divisiones internas y consolidar con Israel la tregua en Gaza, y presentarán ante la ONU un plan que fija un plazo de tres años para poner fin a la ocupación israelí.

Los palestinos reanudarán las conversaciones con los israelíes el martes en El Cairo para consolidar el alto el fuego que el 26 de agosto puso fin a la guerra en la Franja de Gaza.

Ese mismo día, el Fatah del presidente Mahmud Abas y su rival islamista Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) inician, también en El Cairo, discusiones para tratar de superar sus divisiones internas.

Y el viernes, Abas pronunciará un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

El Fatah y el Hamas, reconciliados a fines de abril, están enfrentados nuevamente. Abas amenazó con provocar la caída del gobierno de independientes formado en junio, acusando al Hamas de conservar un “gobierno paralelo en Gaza”.

Al reanudar las negociaciones indirectas con los israelíes gracias a la mediación egipcia, el Fatah y el Hamas se dan un máximo de tres días (hasta el jueves) para ponerse de acuerdo entre ellos en El Cairo sobre cuestiones tan fundamentales como el gobierno de la Franja de Gaza y el pago de los salarios de los empleados públicos del enclave.

También deberán acordar una “ estrategia palestina unificada ” frente a Israel, con el cual se reanudan las negociaciones en el mismo momento, dijo Sajer Bseiso, del comité central del Fatah.

El tiempo también apremia en esa cuestión. Los israelíes deben respetar el calendario y la pausa del Año Nuevo judío, que comienza el miércoles.

El 26 de agosto, los israelíes y los palestinos se pusieron de acuerdo en una tregua, poniendo fin a su tercera guerra en seis años en la Franja de Gaza. En esa oportunidad dejaron para un mes después las negociaciones sobre las cuestiones de fondo.

'No hay grandes esperanzas'

Ese mes expira y ahora deberán ponerse de acuerdo en la reconstrucción de Gaza, la construcción de un puerto, la renovación del aeropuerto de Gaza y el canje de prisioneros palestinos por los restos de soldados israelíes.

Sin embargo, las autoridades israelíes ya advirtieron que no hay que tener “grandes esperanzas”, pues para ellas Gaza no será reconstruida hasta que haya sido desmilitarizada, una exigencia rechazada por los palestinos.

A fines de agosto, ya se habían anunciado algunas medidas para suavizar el bloqueo israelí impuesto al enclave pequeño y superpoblado. Sin embargo, ninguna de ella fue aplicada.

La zona de pesca en el Mediterráneo no fue ampliada y los materiales necesarios para la reconstrucción de Gaza, donde los daños fueron estimados en 6 000 millones de euros, tocavía no entraron. Israel impide su ingreso, pues teme que sean utilizados para perjudicarlo.

La ONU acaba de anunciar que los israelíes y los palestinos se pusieron de acuerdo en un “ mecanismo provisorio ” para acelerar la reconstrucción bajo su vigilancia. No obstante, no hay ninguna información sobre ese mecanismo, su calendario y su dispositivo.

“Nosotros reanudaremos las negociaciones al terminar las fiestas judías, o sea una semana después”, indicó a la AFP Azam al Ahmed, un alto dirigente del Fatah y jefe de la delegación palestina que también cuenta con un delegado del Hamas y otro de Yihad Islámica, la segunda fuerza en Gaza.

Por su parte, Abas, criticado por la base, sobre todo en Cisjordania, donde la popularidad del Hamas aumentó considerablemente con la guerra, tiene intenciones de pasar a primer plano logrando que la ONU adopte una resolución que pida el fin, en un plazo de tres años, de la ocupación israelí.

Aunque un veto estadounidense podría matar su iniciativa, los palestinos tienen esperanzas de obtener una resolución, ya que, según opina Riyad al Malki, el jefe de la diplomacia palestina, “ numerosos países europeos comprenden actualmente de que el gobierno israelí no busca un acuerdo con los palestinos ” .

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