Los palestinos, furiosos con Israel

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Centenares de manifestantes palestinos se enfrentaron ayer con la policía en varios lugares de Jerusalén oriental, arrebatado por Israel a Jordania junto a Cisjordania en la guerra de 1967.
Los palestinos se manifiestan por “la defensa de Jerusalén”, la manzana de la discordia con Israel. Protestan sobre todo contra la inauguración de la sinagoga de la Hurva, restaurada en la parte alta de la zona judía de la ciudad vieja de Jerusalén y que consideran una nueva provocación.
Médicos dijeron que al menos 40 palestinos eran tratados en hospitales tras la revuelta más grave en meses en la ciudad sagrada. La Policía indicó que 15 oficiales fueron heridos y uno recibió disparos en una mano. Unas 60 personas fueron arrestadas.
La Policía, que respondió con gases lacrimógenos y balas de goma, permanecerá en alerta hasta el viernes, afirmó su jefe Dudi Cohen, quien no ve en estas escaramuzas una “tercera intifada (rebelión popular palestina”, en referencia a las sublevaciones sangrientas de finales de los años 1980 y de principios del 2 000.
La violencia supuso un nuevo desafío para los esfuerzos de Estados Unidos para relanzar las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos, suspendidas desde diciembre del 2008.
Israel indignó a los palestinos y desencadenó una disputa con Washington al anunciar la semana pasada planes para construir 1 600 casas para judíos en una parte de la ocupada Cisjordania.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien había lamentado el “insultante” comportamiento de Israel, señaló el martes en Washington: “Tenemos un compromiso absoluto con la seguridad de Israel. Tenemos un vínculo cercano e inquebrantable”.
Sin embargo, el enviado del presidente Barack Obama, George Mitchell, canceló sus planes de volver a la región el martes luego de que el primer ministro Benjamin Netanyahu dijera que no paralizaría los nuevos asentamientos en los que definió como barrios de Jerusalén Este, repleto de departamentos israelíes.
Netanyahu expresó que lamentaba el momento elegido para hacer el anuncio, pero expresó que existía consenso en Israel de que las casas para judíos debían ser construidas en cualquier parte de Jerusalén, a la que consideran su capital pese a no contar con el reconocimiento internacional.
El portavoz del Departamento de Estado P.J. Crowley, acotó que Mitchell se reunirá con funcionarios palestinos e israelíes “en cuanto sea posible”.
Mientras, el grupo islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza y predica la destrucción del Estado judío, manifestó que los palestinos deberían considerar el martes como “un día de ira contra los procesos de ocupación contra la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén”. El día de la ira es un concepto utilizado durante la primera y segunda intifadas para sacar a la calle a los manifestantes.
Además, el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, se reunió ayer con el titular de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, en Cisjordania. Allí defendió la creación de un estado palestino y cuestionó los asentamientos judíos.
Lula, primer presidente brasileño que realiza una visita oficial a Palestina, conversó durante una hora con Abbas y dijo “soñar” con que un día aterrizará en un aeropuerto del Estado de Palestina.
El Mandatario, que arribó en la tarde a Belén y pernoctó ayer, habló durante un encuentro de empresarios brasileños y palestinos.
Los gobiernos de Brasil e Israel polemizaron ayer luego de que Lula desistió de participar en una ceremonia en honor a Theodor Herzl, fundador del movimiento sionista internacional. En gesto de protesta, el canciller israelí, Avigdor Lieberman, no asistió a las ceremonias encabezadas por el presidente de Brasil durante su visita oficial de dos días a Israel.