La Policía Local de Oviedo considera que hay “indicios suficientes de criminalidad” en la llamada ya ‘casa de los horrores’, donde dos niños de 8 años y otro de 10 pasaron 4 años encerrados junto a sus padres, rodeados de basura y sin escolarizar.
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Según señaló este miércoles, 30 de abril de 2025, el comisario principal de este cuerpo policial, Francisco Javier Lozano, los progenitores -este extremo aún está por confirmar– pasaron a disposición judicial y será a partir de ahora, con las diligencias abiertas, cuando se determinen las posibles responsabilidades penales.
El matrimonio fue detenido el pasado lunes por tener a sus tres hijos menores, dos gemelos de 8 años y otro niño de 10, encerrados en su vivienda situada en la zona rural de Oviedo.
Los detenidos pasarpm a disposición judicial
Los detenidos, que han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, son un alemán de 53 años y una mujer de 48 con doble nacionalidad, alemana y estadounidense, que desde octubre de 2021 tenían alquilada una casa en las afueras de la capital asturiana.
Los niños se encuentran bajo la tutela de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar en un centro de menores que no se dio a conocer para garantizar su integridad y donde permanecerán acogidos provisionalmente mientras se valora su situación.
Denuncia vecinal
Aunque la investigación pasó ahora a manos de la Guardia Civil, el operativo fue llevado a cabo por la Policía Local, con competencias para controlar la escolarización de menores. Ocurrió a raíz de que el 14 de abril de 2025, una vecina alertase verbalmente a la sección de Familia e Infancia del Ayuntamiento de que había niños en una casa cercana a los que nunca veía salir al jardín ni al exterior y que, por lo tanto, creía que tampoco iban al colegio.
Según Lozano, ese mismo día se inició una discreta vigilancia y se inició una investigación en la que determinaron que la vivienda fue alquilada durante la pandemia del covid-19, en octubre de 2021 y que se había empadronó en ella una sola persona en febrero de 2022.
Tras varios días de vigilancia, los agentes comprobaron que no había movimiento, que las persianas estaban bajadas y que el único censado en la vivienda solo salía a la puerta para recoger pedidos de los supermercados que, por su volumen, excesivos para el consumo de una sola persona, les hizo sospechar que había más personas.
Ante éste y otros indicios, así como por testimonios recabados entre los vecinos a lo largo de dos semanas, los agentes prepararon un operativo. Se inició a las 11:15 horas del lunes y que se vio condicionado por el apagón eléctrico que tuvo lugar poco más de una hora después y que les obligó a hacer la tarea casi a oscuras y les dejó sin acceso a bases de datos y con las comunicaciones limitadas.
El estado de los pequeños
Los pequeños llevaban puestas mascarillas y pañales, estaban sucios y claramente desatendidos en una casa en la que había suciedad y basura dispersa por todas partes. Al parecer, los gemelos de 8 años dormían en cunas de bebé y el chico de 10 años en otra habitación con una cama muy pequeña.
Incógnitas de un largo encierro
El comisario señaló que no les consta que no pagasen el alquiler ni a qué se dedicaban laboralmente los padres, aunque, dado que no salían de casa, puede especularse con que teletrabajaban.
Tampoco tienen claro qué les motivó a irse a vivir a Oviedo, “ni qué ha llevado a una familia a estar largo tiempo encerrada”, aunque se puedan hacer elucubraciones de cómo les pudo afectar la pandemia de covid y el postcovid.
Con mascarillas y rodeados de basura
Todos los miembros de la familia llevaban mascarillas y en el interior de la vivienda, relató el comisario, se encontró también una gran cantidad de medicamentos, pero las razones de por qué se encerraron “se determinarán en la investigación”.
No se conoce tampoco cómo pasaban los niños el encierro y “saber cómo era su día a día es especular, aunque estar encerrados no da para mucho”, afirmó el comisario. Incidió en que durante las dos semanas de vigilancia no se registró actividad alguna de ningún miembro de la unidad familiar.
Igualmente se desconoce, por el momento, si los niños, que se comunicaban en inglés, habían recibido algún tipo de educación en la casa, “cuyas condiciones no eran las normales para cualquier convivencia común familiar”, señaló Lozano. Apuntó que la casa estaba llena de basura y en condiciones insalubres “que podrían poner en riesgo la salud de los menores”.
El comisario, señaló que la actuación de la Fiscalía de Menores fue determinante. Indicó que “si el objetivo es que estos menores volvieran a tener vida en comunidad, se alcanzó”.