Miles de desalojados, clases y transportes suspendidos, graves inundaciones y hasta una tromba marina son algunos efectos del nuevo temporal que mantiene en alerta máxima al mediterráneo español. Ocurre 15 días después de las lluvias torrenciales que dejaron más de 200 muertos y que este miércoles se ceba con la turística provincia de Málaga.
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Se trata de un fenómeno meteorológico conocido en España como DANA, similar al que el pasado 29 de octubre arrasó la provincia de Valencia, al este del país, que estará en alerta roja -riesgo extremo- a partir de las 20 horas GMT en unas localidades que aún no consiguió limpiar el lodo de hace 15 días, ni desatascar el alcantarillado ni encontrar a todos los desaparecidos de entonces.
En los municipios más castigados por el anterior temporal continuaron las tareas de limpieza de lodo, aunque se suspendió la búsqueda por mar de desaparecidos (los últimos cuerpos sin vida encontrados han sido dos niños de corta edad) y ahora se teme que la situación empeore con nuevas trombas de agua.
Junto a Valencia, están en aviso rojo Tarragona, al nordeste, y Málaga, al sureste, provincia convertida este miércoles en la zona cero del temporal, con lluvias torrenciales y granizo.
Y es que esta depresión aislada en niveles altos (DANA) se ha cebado de momento con Málaga y ha obligado a desalojar a unas 4 000 personas de zonas susceptibles de inundarse y se negó el centro de la capital, convertido prácticamente en una balsa, en una jornada en la que las carreteras estuvieron casi vacías, se cerraron parques, recintos deportivos, museos y se suspendieron clases desde Infantil a la Universidad.
Hasta las 17:00 se contabilizaron 144,5 litros por metro cuadrado en Santón Pitar, situado en Los Montes de Málaga, y 140 litros en la capital.
Ante este panorama, se cancelaron los viajes en tren y hubo incidencias en el aeropuerto de Málaga y en varias carreteras.
La situación es asimismo crítica en Tarragona, con colas kilométricas en una de sus principales redes viarias, la AP-7, por las restricciones de movilidad, retrasos y cancelaciones en trenes y la suspensión de clases escolares en 439 centros que ha afectado a 128 864 alumnos.
El Gobierno regional de Cataluña recomendó el teletrabajo y la mayoría de negocios no abrieron sus puertas, mientras el Departamento de Salud canceló la actividad programada no urgente prevista para este miércoles.