La policía armenia bloquean una calle de la estación de policía Erebuní secuestrada por hombres armados. Foto: AFP
Los opositores armados atrincherados desde hacía dos semanas en una comisaría en Ereván se entregaron el domingo 31 de julio del 2016 y fueron arrestados, anunciaron los servicios de seguridad armenios, al término de una toma de rehenes que ha dejado dos policías muertos y provocado grandes manifestaciones.
“La operación antiterrorista de las fuerzas del orden ha concluido y ha obligado a los miembros del grupo armado a rendir las armas y entregarse a las autoridades. Veinte terroristas han sido arrestados”, indicó en un comunicado el Servicio nacional de seguridad armenia.
“El territorio de la comisaría ha sido totalmente liberado”, añadió la misma fuente.
Poco antes, un sitio armenio había difundido una declaración de un hombre que se presentaba como uno de los atacantes y anunciaba su decisión de rendirse.
“Vamos a continuar nuestra lucha desde prisión, consideramos que hemos cumplido nuestra misión: nos hemos convertido en la chispa que ha permitido al pueblo levantarse y no tiene sentido hacer derramar sangre” , afirmó Varujan Avetissian.
La policía había anunciado el sábado su intención de asaltar la comisaría si no se rendían.
Los autores de la toma de rehenes se presentan como partidarios del opositor encarcelado Jirait Sefilian, crítico feroz del gobierno arrestado desde junio por haber querido ocupar edificios gubernamentales y centros de telecomunicaciones en Ereván.
El 17 de julio irrumpieron en la comisaría, matando a un policía y tomando a varias personas como rehenes, para reclamar la dimisión del presidente prorruso Serge Sarkissian, un exmilitar elegido en 2008.
A continuación, liberaron a todos los policías, pero mantenían retenidos a tres miembros del personal médico que entraron en el edificio para brindar sus servicios. Posteriormente liberaron a uno de ellos, y a los dos restantes el sábado por la noche.
Un agente murió el mismo día por disparos de un francotirador, después de que las fuerzas del orden anunciaran un asalto inminente al lugar. Los sublevados niegan su implicación en esta muerte.