La oposición venezolana protestó ayer la detención del ex candidato presidencial, Oswaldo Álvarez Paz, un ácido crítico del Gobierno. Él fue arrestado luego que la Fiscalía General lo imputara a causa de un comentario que hizo sobre el gobierno del presidente Hugo Chávez y el tráfico de drogas.
Álvarez fue detenido por agentes de la Policía política (Sebin) en su casa en Caracas y trasladado a una celda en la sede del organismo. Al ser encarcelado, tres días después que la Fiscalía lo imputara por los cargos de conspiración, instigación al delito y difusión de información falsa, dijo que asumía la responsabilidad de sus opiniones y que se consideraba un preso político.
La llamada Mesa de Unidad, que reúne a los partidos opositores, dijo en un comunicado que rechazaba enérgicamente la detención por ser una “nueva arbitrariedad contra un crítico del Gobierno”, mientras la delincuencia “campea impune” en la calle por la indiferencia de las autoridades.
Afirmó que la Fiscalía es ineficiente para ejercer las acciones respectivas para procesar delitos comunes, pero resulta en “extremo eficaz para perseguir a quienes pensamos diferente” al Gobierno. “Se apresa a Álvarez Paz por un delito de opinión, algo inadmisible en una democracia”, agregó la Mesa de Unidad.
Además, cree que los cargos que se le formulan se basan en una declaración en un programa de televisión, en réplica de la acusación contra el editor Rafael Poleo (también imputado).
El dirigente opositor, quien fue gobernador del estado de Zulia, había hecho un comentario en la televisora Globovisión respecto a que consideraba que el gobierno de Hugo Chávez ha convertido a Venezuela en centro de tráfico de drogas.
La Mesa de Unidad considera que en este caso “estamos, una vez más, ante el uso descarado de la administración de justicia para fines políticos. Hay un sistema judicial que clasifica a los venezolanos según el color político que profesen y esta es una muestra del abuso que a diario sufrimos por parte del Gobierno”.