Está previsto que el CNE anuncie el 26 de julio si los opositores lograron que el 1 por ciento de los inscritos en el registro electoral validaran sus datos, para que se pueda pasar a la siguiente fase requerida para solicitar la activación del referendo. Foto: EFE
La oposición venezolana emplazó el 26 de julio al poder electoral a fijar la fecha para recolectar las firmas que permitirán convocar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, confrontado al malestar popular por la aguda crisis económica.
La oposición espera que el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirme este 26 de julio que reunió las 200 000 rúbricas que activan el referendo, y abra la segunda etapa: la recolección de cuatro millones de firmas requeridas para finalmente llamar a la consulta.
“Lo que espera el país es el anuncio de cuándo se va a recabar el 20% (cuatro millones) de las voluntades para abrir las puertas al referendo”, dijo el portavoz de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, al pedir al CNE no obstruir “las salidas electorales” a la crisis.
En una enérgica respuesta a la oposición, el número dos del chavismo, el diputado Diosdado Cabello, reiteró la tarde de este martes: “ No hay manera de que haya revocatorio, no hay ” .
“En el 2016 no hay revocatorio, no hay; en el 2017 al paso que vamos tampoco habrá revocatorio en Venezuela”, advirtió Cabello, ante miles de seguidores, en un acto público en la ciudad de Valera.
Para que la consulta sea en el 2016, la oposición debe lograr que el CNE fije pronto la fecha de inicio de la recolección de firmas, para lo cual presionará el miércoles con una movilización ante la sede del organismo en Caracas y en todo el país.
En esa segunda fase, la coalición opositora MUD tendrá tres días para recoger las rúbricas. Luego, el CNE se tomará 15 días hábiles para contabilizarlas y tres meses más para organizar la consulta.
“Estamos conscientes de que viene un proceso complejo y duro de lucha”, manifestó Torrealba.
En una cola para comprar alimentos, Édgar García, un técnico electrónico de 48 años, dijo estar listo para firmar, aunque advierte que Maduro “hará lo que pueda para impedirlo”, pues “sabe que saldrá con las tablas en la cabeza (derrotado)”.
La MUD, que acusa al CNE de servir al chavismo, busca que el referendo se haga antes del 10 de enero de 2017, pues si Maduro pierde habrá elecciones. Pero si ocurre después de esa fecha, el mandato que finaliza el 10 de enero de 2019 lo completará su vicepresidente.
El chavismo asegura que la MUD inició tarde los trámites y además debe enfrentar una demanda por fraude en la recolección de firmas y más de 8 000 recursos interpuestos ante la justicia y fiscalía, también acusadas por la oposición de aliados del gobierno.
Riesgo de conflicto social
Para revocar a Maduro se necesitan más de los 7,5 millones de sufragios con los que fue elegido en 2013. Según la firma Venebarómetro, 73,4% de los venezolanos reprueba su gestión y 64% de los electores votaría por sacarlo del poder.
“Es un proceso largo y complejo, pero el referendo no tiene regreso, porque es un sentir nacional”, declaró a la AFP la sicóloga social Mercedes Pulido.
El constitucionalista José Ignacio Hernández aseguró que los lapsos legales alcanzan para que la consulta se celebre a más tardar a inicios de enero, y advirtió que si se retrasa el proceso “aumentará la conflictividad social”.
En los últimos meses hubo protestas casi a diario por falta de comida. La escasez de alimentos y medicinas es del 80% y la inflación fue de 180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 720% para 2016.
El presidente socialista sostiene que la crisis se debe a la caída de los precios del petróleo y a una “guerra económica” de la derecha para derrocarlo.
Elizabeth, conserje de 50 años de un edificio de Caracas, es escéptica. “¿De qué sirve? Así haya revocatorio, así llegue el que llegue, se va a demorar mucho en componer este país”, dice.
¿El diálogo es la salida?
Para Pulido, la salida al “descontento y el caos es la negociación”, aunque por ahora es incierto un diálogo.
Una comisión de expresidentes promueve, a instancias de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), conversaciones entre gobierno y oposición.
La semana pasada se dio un primer paso cuando el oficialismo aceptó -como pedía la MUD- que el Vaticano participe en la mediación, aunque el nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, declaró este martes que “ hasta ahora no tenemos una invitación formal ” .
El referendo sigue siendo la piedra en el zapato para un acercamiento.
“El pueblo les va a volver a dar una paliza, eso lo sabe el gobierno, por eso buscan dilatar el revocatorio con el llamado al diálogo”, afirmó el líder opositor Henrique Capriles.
La oposición dice que sin avances en el referendo no se sentará a negociar, y el gobierno afirma que si el tema se pone sobre la mesa será para abordar el “fraude”.
“No aceptaremos chantaje, si ustedes dicen que no habrá diálogo sin revocatorio, pues no habrá diálogo porque aquí no habrá revocatorio”, sentenció Cabello.