En total, 1,9 millones de electores, muchos de los cuales residentes en el extranjero, fueron llamados a votar. Foto: EFE
Kosovo eligió el domingo 6 de octubre de 2019 a la oposición para tratar de solucionar su conflicto con Serbia, una de las principales fuentes de inestabilidad en Europa.
Después de una década desde la declaración de independencia nunca reconocida por Serbia, la oposición desalojó a los ex jefes guerrilleros que dirigían Kosovo, según cifras de la comisión electoral.
Escrutadas las tres cuartas partes de los votos, la fuerza de izquierda Vetevendosje (Autodeterminación) , con 25,9% de votos, y la centroderecha LDK, con 25,3, aventajaban a los dos partidos de la coalicion gobernante, el PDK –con 21,4% — y el AAK con 11,7%.
“Aceptamos el veredicto del pueblo. El PDK pasa a la oposición”, dijo el líder del principal partido del grupo gobernante, Kadri Veseli.
En total, 1,9 millones de electores, muchos de los cuales residentes en el extranjero, fueron llamados a votar.
Veinte años después de la última de las guerras que condujeron a la desintegración de Yugoslavia (1998-1999, 13.000 muertos), Belgrado sigue sin reconocer la independencia proclamada en 2008 por su otrora provincia, mayoritariamente poblada de albaneses. El veto de Rusia y de China le arrebata cualquier perspectiva de entrar a formar parte de la ONU.
Las relaciones entre Pristina y Belgrado, marcadas por picos de tensión esporádicos, son pésimas y suponen un obstáculo importante para su acercamiento con la Unión Europea, con la que Serbia está negociando la adhesión.
Para una gran mayoría de los 1,9 millones de kosovares, lo más importante, sin embargo, no es eso.
“Estoy harto de esta historia de diálogo”, suelta Salih Mehana, un vendedor de 39 años, resumiendo el estado de ánimo de la población, desgastada por la pobreza, la corrupción, el clientelismo y unas infraestructuras y servicios públicos desastrosos.
Un descontento que resultó fatal para los “partidos de la guerra”, dirigidos por excomandantes de la guerrilla independentista, que están al frente de Kosovo desde la declaración de la independencia.