Unos 3 000 opositores se manifestaron ayer para reclamar la liberación del líder radical Leopoldo López, acusado formalmente por la Fiscalía de incitar a la violencia mientras el Gobierno lo señala de promover un golpe de Estado, sacudida por dos meses de protestas que dejan 39 muertos y 600 heridos.
López “fue acusado el día de hoy (viernes). Al tribunal le corresponde fijar la audiencia” por los delitos de “instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir”, dijo la fiscal Luisa Ortega.
Los manifestantes, convocados bajo el lema “Liberen a Leopoldo”, se reunieron en la plaza Brión, en la zona este de Caracas, bastión de la oposición y que limita con el centro de la ciudad, terreno del chavismo. “La señal de que el Gobierno empieza a respetarnos es liberar a Leopoldo López y a los presos políticos”, dijo Ernesto Palacios, un militante de Voluntad Popular de 31 años.
La movilización, la tercera en esta semana, marca también dos meses de las manifestaciones opositoras, iniciadas por estudiantes de San Cristóbal contra la inseguridad y que se han extendido a otras localidades multiplicando reclamos contra la crisis económica, la represión policial y la detención de opositores.
Las protestas han dejado 39 muertos, 608 lesionados y 192 personas bajo proceso judicial, entre ellos el mismo López y dos alcaldes. Otra líder opositora, María Corina Machado, fue destituida como diputada por la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia.
Amnistía Internacional ha denunciado al gobierno de Maduro por cometer torturas contra los manifestantes detenidos. El jueves, por ejemplo, se denunció que la Guardia Nacional golpeó a estudiantes de la U. de Venezuela. El portal de noticias Infobae reveló ayer que bandas armadas chavistas y agentes de la Guardia desnudaron, ataron y agredieron a jóvenes opositores. Luego atacaron a 4 reporteros gráficos que registraban lo que sucedía. Les robaron las cámaras fotográficas. Maduro, defendió ayer el desempeño de la Guardia en la contención de las protestas.