Una mujer siria desplazada que huyó de la fortaleza del grupo islámico (IS) de Raqa se encuentra en un campamento temporal en el pueblo de Ain Issa, en el norte de Siria, el 3 de junio de 2017. Foto: AFP
La ONU dijo hoy, 6 de junio de 2017, que sigue de cerca el asalto a la ciudad siria de Al Raqa, la capital de facto del Estado Islámico (EI), especialmente por la seguridad y la protección de más de 400.000 hombres, mujeres y niños expuestos a combates diarios y bombardeos aéreos.
El portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) Andrej Mahecic señaló en la rueda de prensa bisemanal que “estamos obviamente vigilando la situación” y preparando una respuesta de las diferentes agencias, ante la ofensiva iniciada hoy por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) contra el EI en Al Raqa, una alianza armada liderada por milicias kurdas apoyada por EE.UU.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) a su vez señaló a través de su portavoz Jens Laerke que la situación de los desplazados sobre el terreno “permanece cambiante”.
Desde el 1 de mayo hubo más de 160 000 desplazados, de los que unos 87 200 se produjeron en Al Raqa, casi 37.000 en Alepo, más de 33 400 en Idleb y un número más reducido en Hama, Deir al Zur y Homs.
También hubo retornos de unas 4 000 personas de las 20 000 desplazadas dentro de Al Raqa a Al Mansoura y la ONU espera más vueltas si la ruta permanece segura.
La situación humanitaria en Al Raqa “sigue siendo extrema”, dado que la mayoría de la población tiene problemas para satisfacer sus necesidades inmediatas.
A la OCHA le preocupa particularmente la situación en la ciudad, desde donde llegan informaciones sobre una cada vez mayor escasez de alimentos y suministros médicos.
La ONU sigue instando a un acceso incondicional, sin obstáculos y sostenido a más de 4,5 millones de personas en áreas asediadas o difíciles de alcanzar en toda Siria, según Laerke.