António Guterres, Secretario General de la ONU, en el evento de homenaje por el Día de los Agentes de la Paz. Foto: Twitter de António Guterres, Secretario General de la ONU.
Las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) rindieron hoy homenaje a los 300 miembros de la misión que han muerto desde su despliegue en este país hace cuarenta años, con motivo del Día Internacional del Personal de Paz de Naciones Unidas.
En una ceremonia en la localidad de Nakura, en el sur del Líbano y fronteriza con Israel, donde la FINUL tiene su cuartel general, el jefe de esa fuerza, general Michael Beary, recordó a quienes fallecieron “trabajando por la paz” en el país árabe.
Subrayó la importancia de honrar a quienes sacrificaron su vida e instó a que se alcance un alto el fuego permanente entre los ejércitos libanés e israelí, así como una solución política para una paz permanente entre los dos Estados enfrentados desde hace décadas.
Beary también pidió a las partes “intensificar los esfuerzos para que las generaciones presentes y futuras no tengan que pagar el mismo precio que las generaciones precedentes” a causa del conflicto.
El jefe de la FINUL destacó que sus soldados continúan haciendo “todo lo que está a su alcance para ayudar a proteger el Líbano de cualquier perturbación regional” y recordó que en los últimos años la calma y la estabilidad en el sur del país han sido beneficiosas para la población local y han permitido la inversión en infraestructuras.
Los cascos azules fueron desplegados en el sur del Líbano en 1978, tras la primera invasión israelí de esa zona del país, y en 2006 su presencia fue reforzada para garantizar el cumplimiento del alto el fuego entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá. Desde diciembre de 2002, la ONU rinde homenaje el 29 de mayo a los integrantes de sus misiones de paz en el mundo.