Un ‘ombudsman’ para indocumentados

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IPS y Redacción Siete Días

La agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) es objeto de crecientes críticas por el trato que da los indocumentados. Y muchos piensan que es hora de que haya un ‘ombudsman’ (defensor del pueblo) para ellos.

Así lo propuso Mary Giovagnoli, directora del no gubernamental Centro de Políticas sobre Inmigración. Según ella, la ICE podría mejorar sustancialmente su desempeño con la figura de un defensor del pueblo, que sirva de “conciencia interna, realizando informes de casos individuales, garantizando que las políticas se respeten y funcionando como un organismo de control” dentro de la misma agencia.

La ICE es acusada, entre otras cosas, de falta de atención médica a los indocumentados detenidos, pérdida de registros, violación del debido proceso e incluso de varias muertes bajo custodia. Un informe del Departamento de Seguridad Nacional señaló que el programa conocido como ‘287(g)’, que recluta a policías locales en los esfuerzos federales contra el ingreso de inmigrantes considerados peligrosos, se estaba alejando de sus metas originales.

Administrado por la ICE, el plan faculta a autoridades estaduales y locales a aplicar leyes federales contra el ingreso de indocumentados que puedan suponer una amenaza para la seguridad pública.

Pero críticos señalan que el plan en realidad es usado para facilitar el arresto en masa de inmigrantes, muchos de ellos encarcelados por faltas menores. También se lo acusa de fomentar prejuicios raciales y étnicos, de usar policías no capacitados para aplicar complejas leyes sobre inmigración y de distraer a las autoridades locales con funciones que le son ajenas.

Giovagnoli tiene una larga carrera en agencias de inmigración. Trabajó durante casi siete años para la oficina predecesora de la ICE, el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS, por sus siglas en inglés), y luego para los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (Uscis).

Oficialmente se conoce que ya están asignados el Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina para los Derechos y las Libertades Civiles con tareas de ‘ombudsman’, investigando denuncias de violaciones e intentando educar al personal. Para Giovagnoli esas oficinas son cruciales para asegurar que el Departamento funcione de forma honesta, pero los problemas en la ICE requieren de atención más especializada y continuada, a su criterio. “La Oficina para los Derechos y las Libertades Civiles es pequeña y tiene una enorme cantidad de responsabilidades”.

Actualmente, la oficina del Inspector General tiene prioridades no compatibles y por tanto debe limitar sus investigaciones a los problemas más acuciantes del Departamento.

Entonces el defensor del pueblo haría reportes de casos individuales, investigándolos, asegurándose de que se respeten las políticas y oficiando como órgano de control interno.

Para implementar la idea primero debe haber una legislación y el Departamento de Seguridad Nacional debería reunir insumos de las comunidades afectadas para crear un sistema que dé más respuestas.

Además debe existir una estructura de comando que sea respetada por los funcionarios, pues un ‘ombudsman’ necesita tener la suficiente autoridad como para informarle a alguien fuera de la ICE, pero también como para trabajar dentro de la agencia. Por tanto, el acceso, la autoridad y la capacidad para hacer cambios son cruciales.

El defensor necesita representantes en el terreno y lo ideal sería tener responsables por distritos que reciban quejas, reúnan la información e investiguen.

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