La 40 Asamblea General de la OEA concluyó este martes, con la Declaración de Lima, en la que el colectivo hemisférico dio un paso importante hacia la readmisión de Honduras, además de dar un apoyo a Argentina en su reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas ante Gran Bretaña.
El presidente de la Asamblea, el canciller peruano José García Belaunde, clausuró la reunión y anunció que las próximas se realizarán en El Salvador en el 2011 y en Bolivia el 2012.
Cancilleres y representantes de 33 de los 35 países de la OEA, a excepción de Cuba y Honduras, aprobaron el “compromiso de todos los países de alcanzar una efectiva limitación de armamentos y dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social” . La declaración reconoce “la importancia de fomentar la limitación de recursos para fines militares, los que podrían destinarse al desarrollo, y que el control de armamentos, el desarme y la no proliferación, son fundamentales para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales”.
Ayer, además, el presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe González, presentó ante la Asamblea el informe 2009.
Resumió los principales contenidos del informe y se refirió al Capítulo IV, que contiene un análisis particular de la situación de DD.HH. en los Estados miembros de la OEA. Consideró que ameritan atención especial Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela.