“Podemos vencer esta enfermedad”, dijo Obama, en un acto en Washington que también incluyó discursos vía satélite de los ex presidentes Bill Clinton y George W. Bush y apariciones del vocalista de U2 Bono y de la cantante de pop-soul Alicia Keys.
“Hemos salvado muchas vidas, terminemos la lucha”, agregó.
Cerca de 1,2 millones de estadounidenses viven con VIH, y unos dos tercios no están siguiendo un tratamiento para luchar contra la enfermedad, según un informe oficial conocido esta semana.
Según las últimas cifras de la ONU, unas 34 millones de personas en todo el mundo estaban infectadas con VIH/sida en 2010 y 1,8 millones de personas murieron, una cifra más baja que los 2,2 millones fallecidos en 2005.
A nivel internacional, Obama dijo que Estados Unidos se fijó “un nuevo objetivo de ayudar a seis millones de personas a tratar su enfermedad desde ahora hasta el final de 2013. Se trata de dos millones de personas más que nuestra meta original”, señaló.
En Estados Unidos, Obama anunció que se destinarán 50 millones de dólares suplementarios de dinero público para combatir la pandemia: 15 millones serán para un programa federal de apoyo a la atención de las personas infectadas en hospitales de todo el país, y 35 millones serán para facilitar el acceso de los estados a los medicamentos antirretrovirales.
Un alto funcionario de la Casa Blanca subrayó que los fondos para luchar contra el sida surgirán de “recursos existentes y no requieren la aprobación del Congreso”.
“La tasa de nuevas infecciones puede estar bajando en otras partes, pero no está cayendo aquí en Estados Unidos. La tasa de infección aquí se ha mantenido estable desde hace más de una década”, dijo Obama. “Esta lucha no ha terminado”.
Obama instó también a sus socios mundiales, incluyendo a China, a intensificar sus esfuerzos para acabar con el sida, una pandemia surgida hace tres décadas.
“Únanse a nosotros”, dijo Obama.
“Los países que se comprometieron al Fondo Global necesitan dar el dinero que prometieron. Los países que no se han comprometido, deben hacerlo. Eso incluye a los países que en el pasado pueden haber sido destinatarios, pero ahora están en posición de entrar como principales donantes”.
China y otras grandes economías están en condiciones de ayudar a más personas, señaló.
El ex presidente George W. Bush, quien habló vía satélite desde Tanzania, elogió el “gran éxito del PEPFAR”, el programa del gobierno de Estados Unidos que en 2008 autorizó 48 000 millones de dólares en cinco años para la lucha mundial contra el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria.
Obama también describió el PEPFAR como uno de los “grandes legados” de Bush.
En Estados Unidos hay unos 50 000 nuevos casos de sida al año, y unas 16 000 personas mueren anualmente de esta enfermedad.
Bill Clinton advirtió por su parte sobre un retorno de la epidemia de sida en Estados Unidos, en especial entre los hombres homosexuales afroestadounidenses.
“Me preocupa mucho que la tasa de mortalidad suba en Estados Unidos simplemente por las limitaciones presupuestarias de los estados”, dijo el ex presidente, cuya Fundación Clinton trabaja para obtener medicamentos para el sida a bajo costo para personas necesitadas.
“Todos podemos abogar por un gasto más efectivo del dinero de ayuda, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo”, dijo Clinton.