Un milagro en medio de la catástrofe. Así podría catalogarse el accidente aéreo producido ayer en Libia y en el que murieron103 personas.
En efecto, un niño holandés de 10 años fue el único sobreviviente luego que un avión libio se estrellara momentos antes de aterrizar en el aeropuerto de Trípoli. El Airbus A330-200, que estaba en servicio apenas desde septiembre del año pasado, volaba desde Johannesburgo hacia la capital libia cuando se estrelló cerca de la pista de aterrizaje aproximadamente a las 06:00 hora local (04:00 GMT).
La aeronave es del mismo tipo que el vuelo 447 de Air France que cayó en el océano Atlántico el 1 de junio del 2009. Saleh Ali Saleh, un ejecutivo de Al-Afriqiyah Airways, aerolínea libia que operaba el vuelo, dijo que había 62 holandeses en el avión. Entre quienes estaban a bordo también incluyó al menos 13 libios, dos alemanes, un filipino y un zimbabuense.
En Londres, la Cancillería británica confirmó que ocho británicos estaban en el vuelo. “Todos están muertos, excepto un niño”, dijo el ministro de Transporte libio, Mohamed Zidan.
El avión llevaba 93 pasajeros y 11 tripulantes. El Ministro agregó que investigadores determinarán la causa del accidente, pero descartó un ataque terrorista.
El chico holandés sobreviviente no presenta lesiones de riesgo vital, dijo Zidan. “El niño se encuentra en buenas condiciones y está en el hospital sometiéndose a exámenes”. Un portavoz del Ministerio holandés de Asuntos Exteriores agregó que diplomáticos están preparando una visita al niño tan pronto como sea posible para intentar confirmar su identidad. “Uno de nuestros colegas en Trípoli fue informado por un doctor en el hospital que a él se le habían roto huesos y que estaba siendo operado”.
Imágenes de la televisión estatal libia mostraron al niño en una cama en el hospital con una máscara para respirar. Parecía estar consciente y la única señal visible de heridas era una venda en la cabeza.