La pérdida de presión en la cabina de pasajeros obligó a un aterrizaje de emergencia del Boeing 737-200 de Aerogal. La aeronave partió de Quito, a las 09:45 de ayer, con destino a Bogotá. Se trató del vuelo 600 con 34 pasajeros y cinco tripulantes a bordo.Pero, de acuerdo con un escueto comunicado de la compañía, en el trayecto hacia la capital de Colombia, la aeronave sufrió una despresurización en la cabina. Por esa causa, como medida de seguridad, el piloto decidió aterrizar en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Cali. Según la compañía aérea, la decisión se tomó por precaución y en cumplimiento de las normas de la aviación. Todos los pasajeros salieron ilesos y luego de la atención en tierra, retomaron su viaje hacia Bogotá, en otra compañía. La aerolínea desestimó el pedido de revelar la identidad del piloto y la lista de pasajeros.Luego de que se verificara que la nave no sufrió otros desperfectos, ayer mismo retornó a Quito, informó la empresa. Este es un segundo percance aéreo que sufren pasajeros ecuatorianos en apenas ocho días. El jueves 6 de mayo, al menos 234 ocupantes de un avión de Iberia vivieron momentos de tensión y pánico. Ese día, el Airbus 340 que cubría la ruta Guayaquil (Ecuador,)-Madrid (España) hizo un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, en República Dominicana.Ese percance ocurrió por una rotura en el cristal izquierdo en la cabina del piloto. Los viajeros fueron alojados en diferentes hoteles hasta que concluyera la reparación del avión.