La Comisión Electoral de Myanmar fijó la fecha para las primeras elecciones generales de los últimos 20 años: tendrán lugar el próximo 7 de noviembre, según anunció ayer la televisión estatal de ese país.
La que fuera la principal agrupación opositora, la Liga Nacional para la Democracia (LND), y su líder, el ícono prodemocrático Aung San Suu Kyi, no serán parte de los comicios.El partido fue disuelto este año por la cúpula militar al negarse a aplicar medidas draconianas como la expulsión de Suu Kyi. Además, la propia Suu Kyi se encuentra bajo arresto domiciliario.
Existen más de 40 partidos, pero la mayor parte de ellos son próximos al Ejército. Asimismo, la nueva Constitución reserva una cuarta parte de todos los asientos parlamentarios y posiciones claves en el gobierno a los militares.
El estado asiático de Myanmar (antigua Birmania), dirigida con mano dura por una junta militar, celebró las últimas elecciones en 1990. Entonces, la cúpula militar no reconoció la aplastante victoria de la Liga Nacional para la Democracia. La Junta se negó a entregar el poder, alegando que se necesitaba una nueva Constitución antes de que fuera posible un gobierno civil. Además, mantuvo a Suu Kyi en arresto domiciliario durante 15 de los últimos 20 años, aislada del mundo en su vivienda en la ciudad de Rangún.
El 27 de mayo venció su condena a 18 meses bajo arresto domiciliario, pero no se prevé su liberación hasta alrededor del 27 de noviembre, tras las elecciones.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó ayer a las autoridades de Myanmar para que cumplieran las promesas de un proceso de elecciones creíble y exigió la liberación de todos los presos políticos en ese país.
Muchos diplomáticos y analistas creen que las elecciones tienen por objetivo fortalecer el poder del Ejército bajo la fachada de un Gobierno civil, en un intento por atraer inversiones a un país rico en recursos y ubicado estratégicamente entre China e India.