Los partidarios de Hillary Clinton sostienen señales en el cuarto y último día de la Convención Nacional Democrática el 28 de julio, 2016, Filadelfia, Pensilvania. AFP
Hillary Clinton aceptó el 28 de julio la candidatura presidencial por el partido Demócrata para las elecciones de noviembre, un hecho sin precedentes para una mujer entre los principales partidos políticos estadounidenses.
“Es con humildad, determinación y una confianza sin límites en la promesa que es este país que acepto la nominación a la presidencia de Estados Unidos”, dijo Clinton durante la Convención Nacional partidaria, realizada en Filadelfia.
Los casi 5 000 delegados a la convención y una multitud de dirigentes demócratas estallaron en una ensordecedora ovación ante la declaración de Clinton, ya que marca un hito en la historia política estadounidense.
“Estados Unidos precisa de cada uno de nosotros para que aportemos nuestra energía, nuestros talentos, nuestras ambiciones para que nuestra nación sea mejor y más fuerte”, dijo Clinton.
En la Casa Blanca, aseguró la candidata, será la presidenta “de demócratas, republicanos e independientes. Para los que tienen que esforzarse, para los que progresan y para los que son exitosos. Para los que han votado por mí y por los que no. Para todos los estadounidenses”.
Clinton dijo que la economía del país “aún” no está en el nivel de excelencia que podría estar, y que por ello numerosos estadounidenses sienten que han quedado rezagados.
“He oído de muchos que sienten que la economía no está funcionando. Algunos de ustedes están frustrados, algunos inclusive furiosos. ¿Saben una cosa? Ustedes tienen razón. No está funcionando de la forma que debería”, dijo la candidata presidencial.
En ese sentido, defendió ampliar reforma del sistema migratorio, alegando que ello ayudará a la economía del país.
En las elecciones de noviembre, Clinton se enfrentará a Donald Trump, quien la semana pasada fue proclamado candidato presidencial por el conservador partido Republicano.
La candidata acusó a su rival de buscar que los estadounidenses teman al futuro para que se tornen ciegos ante los peligros del mundo contemporáneo.
“Él quiere que tengamos miedo del futuro y tengamos miedo los unos de los otros”, dijo Clinton. Pero agregó que “no tenemos miedo. Vamos a crecer ante el desafío, como siempre lo hemos hecho”.
Asimismo, se mofó de la visión expuesta por Trump de que el puede arreglar todos los problemas. Estados Unidos, dijo, “no es un país donde una sola persona tiene todo el poder”.
Y luego afirmó que no se puede confiar a Trump los códigos de las armas nucleares.
“Pierde la compostura a la mínima provocación. Cuando un periodista le pregunta duramente. Cuando es desafiado en un debate. Cuando alguien protesta en un acto”, dijo.
“Imagínenlo en el salón oval enfrentando una crisis real. Un hombre que muerde el anzuelo con un tuit no es un hombre al que podamos confiarle las armas nucleares”, aseveró Clinton.