Mujica y Fernández, en una reunión tensa

Los presidentes de Argentina y Uruguay, Cristina Fernández y José Mujica, se reunieron por primera vez luego de que la Corte de La Haya fallara sobre la instalación en la margen uruguaya del río Uruguay de la planta de pasta de celulosa Botnia.Ambos habían pactado la cita antes del fallo la semana pasada, prometieron acatarlo y fortalecer una relación bilateral que se vio al menos enrarecida. A pesar del abrazo en la fotografía, ambos mandatarios no supieron disimular que fue una reunión tensa. Ya se lo venía previendo desde hace dos días, cuando el Gobierno argentino deslizó que quería un ofrecimiento de disculpas uruguayas por haber violado, tal como dijo la Corte, el estatuto de 1975, en el que se obligaba informar al otro sobre cualquier intervención que pudiera perjudicar las aguas del río. En Uruguay, tal solicitud había incomodado. “Las disculpas se piden a los novios”, dijo ayer Mujica antes de partir a Buenos Aires. Cuando terminaba su intervención en la Casa Presidencial de Olivos, mantuvo un silencio de segundos. “En nombre de mis compatriotas' un abrazo, un gigantesco abrazo y un compromiso”. Fernández remarcó que la cita permite “definitivamente el reencauzamiento de las relaciones y hacerlo en el tratado vigente del río Uruguay, pero no sobre la convicción legalista, sino por una profunda convicción de que no se vuelva a vivir nunca más conflictos como el que hemos tenido”. “Ha sido muy costoso y los hombres aprendemos mucho más del dolor que de la bonanza. Vamos a respetar el fallo. Este acatamiento es hijo del interés más profundo de nuestras respectivas sociedades. Nos sale más barato tener reglas claritas de juego. Iniciamos los procesos, pero ni la señora presidenta ni yo somos Mandrake”, aseguró Mujica. Los mandatarios no trataron el tema de la candidatura del ex presidente argentino, Néstor Kirchner, esposo de Fernández, como secretario general de Unasur.

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