Cuerpos de rescate trataban de hallar ayer a sobrevivientes en zonas rurales de difícil acceso en tres países de Centroamérica, donde la tormenta tropical Agatha descargó fuertes lluvias el fin de semana. El desbordamiento de ríos y deslaves, principalmente, dejan al menos 135 muertos.
En Guatemala, el país más afectado, con 109 muertos, 62 personas desaparecidas, 23 heridas, 27 560 damnificados y 150 776 desalojados de áreas de alto riesgo, socorristas batallaban con el difícil terreno.“Estamos trabajando sin descansar desde que comenzó la emergencia (la noche del viernes), pero el principal obstáculo son los caminos partidos”, contó Mario Cruz, de Bomberos Voluntarios de Guatemala.
Las lluvias parecían interminables y millares de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños recordaron angustiados el paso del huracán Mitch, el peor ciclón que ha visto Centroamérica y que arrasó el istmo a finales de 1998.
Agatha, la primera tormenta tropical de la temporada de huracanes 2010 del Pacífico, tocó tierra el sábado, en la frontera entre Guatemala y México. Pero por la noche fue degradada a depresión (menos de 65 km/h). Ayer prácticamente se había disipado y el clima tendía a mejorar.
La capital vivió episodios impactantes, como la caída de un edificio de tres pisos, deshabitado, al fondo de un agujero de 20 m de profundidad que se formó en el Centro Histórico.
Miles de familias permanecían ayer refugiadas en templos o salones comunales en comunidades, donde las autoridades enviaron agua, alimentos y abrigo.
En Amatitlán, cerca de la capital, pobladores buscaban a sus seres queridos en medio del lodo; un olor nauseabundo salía de las alcantarillas anegadas.
Una brigada de médicos cubanos que trabaja en Guatemala ayudó a la atención de desplazados, junto a dos helicópteros enviados por el Gobierno de Estados Unidos, mientras México, Brasil, Argentina y Colombia ofrecieron ayuda de emergencia.
El presidente Álvaro Colom reveló que también había daños en plantaciones de caña de azúcar, palma y banano.
En El Salvador, el director de Protección Civil, Jorge Meléndez, anunció ayer que el Gobierno decidió mantener la “alerta roja” y el “Estado de emergencia nacional” en el país, a pesar de haber disminuido el temporal.
Meléndez precisó que las lluvias dejaron 9 personas muertas y 2 desaparecidas, 97 viviendas afectadas y 11 destruidas, 188 deslizamientos, siete carreteras cerradas y dos puentes dañados.
El funcionario llamó a la población a permanecer en sus casas y a las 10 335 personas que se mantienen en los 198 albergues “prosigan allí donde se les está suministrando alimentos y atenciones de salud”.
En Honduras, según Lisandro Rosales, de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), las lluvias dejaron una estela de muerte y destrucción en varias zonas del país, sobre todo en el sur, en la capital y en el oeste.
Según el balance de Copeco, hay 17 muertos, un desaparecido, 3 227 evacuados y 2168 personas en albergues. Agatha destruyó 63 viviendas y 11 puentes, y causó daños en 37 rutas, seis puentes y cinco escuelas.
El presidente Porfirio Lobo recorrió una de las zonas más afectadas de la capital, mientras el canciller Mario Canahuati dijo que debido a la emergencia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) puso a disposición del país USD 200 000 y el Banco Centroamericano de Integración Económica otros 25 000.