El buque Audaz de la Armada española con quince migrantes a bordo rescatados por el barco Open Arms y que recogió en Italia, realiza maniobras para el atraque este viernes 30 de agosto de 2019 en el puerto de Crinavis, en San Roque (Cádiz). Foto: EFE
Un total de 909 personas han perdido la vida ahogadas al tratar de cruzar el Mediterráneo de forma irregular para alcanzar las costas de Europa durante los primeros ocho meses de este año, anunció este viernes 30 de agosto de 2019 la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En un comunicado enviado a los medios, este organismo vinculado a la ONU detalla que la mayoría de ellos, un total de 640 personas, han perecido en la ruta central, que une la costa de Libia con las playas italianas.
Las muertes en esta vía, considerada la más mortífera del mundo, casi triplican las registradas en la frontera entre Estados Unidos y México (266) y multiplican por cinco las de la región del Caribe (151).
“Este año 2019 es el sexto en el que la IOM registra de forma sistemática los fallecimientos de personas que migran en el mundo a través de su proyecto Missing Migrants. Desde 2014, se han registrado 32.741 fallecimientos, incluidos los 1.781 habidos en lo que va de 2019″, explicó.
“Las 909 (muertes) de la región mediterránea incluyen las numerosas habidas la semana pasada” frente a las costas de Libia, donde se hundió un bote con cerca de un centenar de personas a bordo, de las que solo 65 pudieron ser rescatadas.
Otras 212 personas murieron ahogadas durante los primeros ocho meses de 2019 en la llamada ruta mediterránea occidental, que desemboca en España y que se ha convertido en la tercera más mortífera del mundo tras la frontera mexicano-estadounidense.
Las costas de Libia, país sumido en el caos y la guerra civil desde que en 2011 la OTAN contribuyera a la victoria de los diversos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi, se han convertido en el principal trampolín de la emigración irregular a Europa desde el norte de África.
Según cifras de la OIM, más de 45 000 personas han conseguido llegar a Europa de forma irregular a través del Mediterráneo en los primeros ocho meses del año, un 20 % menos que el mismo periodo de 2018.