Evo Morales descartó cualquier tipo de negociaciones para una posible segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Bolivia. Foto: AFP
El presidente boliviano, Evo Morales, descartó el sábado 26 de octubre del 2019 cualquier “negociación política” con la oposición, que cuestiona los resultados de su victoria electoral y ejerce presión en las calles para forzar un balotaje a pesar de que el Tribunal declaró vencedor al mandatario.
“Quiero decirles: aquí no hay negociación política, aquí se respeta la Constitución y al partido que ha ganado en las últimas elecciones nacionales. Quiero que (eso) sepa la derecha boliviana”, dijo el gobernante en tono desafiante en un acto público cumplido este sábado en Cochabamba (centro).
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) proclamó el viernes 25 de octubre ganador a Morales con 47,08% sobre 36,51% de Mesa, suficiente para su triunfo en primera vuelta.
Pero el TSE había anunciado la noche del pasado domingo 20 de octubre, tras un conteo preliminar de la elección, una tendencia que anticipaba un balotaje. Luego se mantuvo en silencio por unas 20 horas, para entonces anunciar, generando sospechas y suspicacias, resultados que avizoraban una victoria de Morales en primera vuelta.
El Mandatario ya era blanco de cuestionamientos por desconocer el resultado de un referendo en 2017 que le negó la reelección, algo que luego dio lugar el Tribunal Constitucional argumentando que postularse era un derecho humano.
Morales cumplió este sábado 60 años de edad y pasó su cumpleaños en un cuartel militar antinarcóticos en el Chapare (centro), su cuna política, desde donde instó a quienes cuestionan su triunfo para un nuevo período 2020-2025 que demuestren el presunto fraude.
“No ocultamos, no mentimos. Menos pensar en fraude, y tampoco presentan pruebas. Todo es mentira y mentira”, dijo, cuestionando a sus oponentes y a la comunidad internacional. “Si hay fraude, al día siguiente convocamos a la segunda vuelta”.