Uno de los cinco soldados estadounidenses acusados de cometer asesinatos premeditados en Afganistán declaró que su superior ordenaba la muerte truculenta de civiles afganos desarmados, según la grabación del interrogatorio militar obtenida ayer por medios norteamericanos.
El cabo Jeremy Morlock, quien fue sometido este lunes a una audiencia previa a juicio en el estado de Washington, admitió su participación en la muerte de tres ciudadanos afganos.
El militar describió cómo el sargento Calvin Gibbs, a quien calificó como “loco”, buscaba civiles y ordenaba a la unidad militar que los asesinara.
“Identificábamos a una persona. Gibbs hacía entonces un comentario, como ‘Ustedes chicos, ¿quieren pelar a este tipo o qué?’”, relató Morlock.
Los soldados, supuestamente, cortaron dedos u otras partes del cuerpo para conservarlos como trofeos, según documentos de la acusación hechos públicos a principios de mes.
Los asesinatos fueron cometidos en enero, febrero y mayo de este año por soldados de una brigada desplegada en la provincia Kandahar, según la acusación.
Morlock, Gibbs, Michael Wagnon II y Andrew Holmes podrían ser condenados a la pena de muerte o prisión perpetua en caso de ser encontrados culpables por una corte militar.
Además de homicidio premeditado, afrontan cargos por consumo de hachís, obstrucción de la justicia, posesión de partes del cuerpo humano y retención de proyectiles para uso personal.