El estado de Florida anunció ayer que buscará endurecer sus leyes de control de la “inmigración ilegal”.
La idea es dotar a la Policía de mayores facultades para detener a personas sospechosas de ser indocumentadas, según un proyecto que impulsa la gobernación. El proyecto de ley se presenta luego de una fuerte controversia por una legislación similar aprobada en Arizona, y podría ir incluso más lejos que esta, al proponer que los jueces tengan en cuenta la violación de la norma migratoria al fijar una fianza, o para elevar el grado de cargos criminales.
La legislación establecería un agravante para las sentencias, de forma que si quien comete un delito en Florida es además un inmigrante ilegal, se le aumentaría la pena en prisión.
“Esta legislación va a proveer nuevas herramientas para proteger a nuestros ciudadanos y ayudará a combatir los problemas actuales creados por la inmigración ilegal”, dijo el ministro de Justicia de Florida, Bill McCollum, al anunciar el proyecto. “Se trata de un proyecto balanceado, que protegerá los derechos de quienes están legalmente en el país, pero también de los ilegales”, ya que consideró que será “un gran avance para la seguridad pública”.
La legislación que pretende aprobar Florida permitiría a la Policía indagar el estatus migratorio de una persona que fue detenida, por ejemplo por una infracción de tránsito, una facultad reservada hasta ahora a las autoridades migratorias.
La ley obligaría a un oficial de Policía “a controlar si el estatus migratorio de una persona es legal o no” , dijo McCollum, un republicano que lanzó su candidatura a la gobernación de Florida para las elecciones de noviembre de este año.
Mientras, ayer un grupo de personas protestó en los exteriores del Country Club de Rancho Bernardo (San Diego) contra el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, quien visitó el sitio. “Arpaio, entiende, el pueblo no te quiere”. Ante eso, el sheriff advirtió que continuará con sus medidas en contra de personas indocumentadas, sin importarle si la ley es modificada o no.
En la cárcel de Arpaio están detenidos cientos de inmigrantes que trataron de cruzar la frontera. Organizaciones de inmigrantes estiman que unos 11 millones de migrantes indocumentados residen en Estados Unidos, la mayoría de ellos hispanos, que residen en estados del sur como Arizona, Texas y en menor medida Florida.