Bachelet llama a abordar violaciones de DD.HH. en Venezuela y Nicaragua

La alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, habló este lunes 10 de septiembre sobre adoptar medidas para garantizar los derechos humanos de las personas en Venezuela y Nicaragua. Foto: EFE

La alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, habló este lunes 10 de septiembre sobre adoptar medidas para garantizar los derechos humanos de las personas en Venezuela y Nicaragua. Foto: EFE

La alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, habló este lunes 10 de septiembre sobre adoptar medidas para garantizar los derechos humanos de las personas en Venezuela y Nicaragua. Foto: EFE

La nueva Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó este lunes 10 de septiembre del 2018 a adoptar medidas necesarias para abordar "las graves violaciones de los derechos humanos documentadas" en Venezuela y Nicaragua, que están forzando la huida de cada vez más gente de ambos países.

La expresidenta chilena dedicó a la migración gran parte de su primer discurso ante el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, tras asumir el cargo el pasado 1 de septiembre, pidiendo ayuda para los países que reciben migrantes pero sobre todo, llamando a enfrentar los motivos que obligan a la gente a huir de sus países.

"Desde la publicación de nuestro último informe sobre Venezuela en junio, la oficina ha seguido recibiendo información de violaciones de derechos económicos y sociales, como casos de muertes relacionados con malnutrición o enfermedades que pueden prevenirse, así como violaciones de derechos civiles y políticos, incluyendo detenciones arbitrarias, malos tratos o restricciones a la libertad de expresión", señaló.

El Gobierno de Nicolás Maduro "no se ha mostrado abierto para adoptar medidas de rendición de cuentas" sobre asuntos relacionados con las protestas masivas de 2017" contra su Gobierno, dijo Bachelet.

"Se estima que 2,3 millones de personas han huido del país antes del 1 de julio -aproximadamente el siete por ciento de la población total- debido a la falta de alimentos o acceso a medicamentos fundamentales y cuidado sanitario, inseguridad y persecución política".

"Un movimiento transfronterizo de esta magnitud no tiene precedentes en la historia reciente de América y la vulnerabilidad de quienes huyen también ha aumentado: adultos mayores, mujeres embarazadas, niños, incluyendo menores no acompañados, y personas con problemas de salud cruzan la frontera cada vez en mayor medida".

Bachelet alertó que el movimiento de ciudadanos venezolanos que huyen del país se está acelerando y señaló que su oficina documentó más de 4 000 migrantes de ese país entrando a Ecuador en la primera semana de agosto, 50 000 a Colombia en tres semanas en junio y 800 que acuden a Brasil cada día en estos momentos.

También aumenta exponencialmente el número de personas que huyen de Nicaragua, como resultado de la crisis que estalló con una protesta estudiantil el pasado abril y que ha dejado unos 400 muertos y al menos 2 000 heridos, según los datos apuntados por la exmandataria chilena.

Bachelet lamentó la decisión del Gobierno de Daniel Ortega de expulsar la semana pasada a la misión de trabajo de su oficina, que sin embargo seguirá documentando violaciones de los derechos humanos en Nicaragua desde fuera del país.

Ortega anunció la expulsión del equipo dos días después que publicara un informe denunciando el "uso desproporcionado de la fuerza por la Policía, asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzosas, amplias detenciones arbitrarias o ilegales, maltrato y casos de tortura y violencia sexual en centros de detención, así como obstrucción a la atención médica".

También documentaba "violaciones de las libertades de asamblea y expresión, así como de criminalización de defensores de los derechos humanos, periodistas y manifestantes considerados críticos con el Gobierno", recordó Bachelet.

La exmandataria aprovechó también su discurso para rechazar el alarmismo en materia de política migratoria y abogó por darle un rostro más humano. "Va en interés de cada país seguir una política migratoria basada en la realidad y no en el pánico".

Para Bachelet, una política migratoria más humana significa que los refugiados deben tener la posibilidad de viajar de forma segura y regular en vez de ser forzados a emprender una huida llena de riesgos. Construir muros, separar a familias de inmigrantes, recortar los programas de integración y provocar la ira contra migrantes no son soluciones a largo plazo, subrayó Bachelet. "Eso solo crea más hostilidad, miseria, sufrimiento y caos", aseguró la Alta Comisionada, de 66 años.

Entre otros países, dirigió sus críticas a Italia, que deniega la entrada en sus puertos a los barcos de rescate de organizaciones no gubernamentales, algo que tiene "consecuencias devastadoras para muchas personas indefensas".

La defensora de los derechos humanos también se declaró preocupada por los "estallidos de violencia contra migrantes" en Alemania y las restricciones impuestas en Hungría a organizaciones de ayuda a los refugiados.

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