Imagen de archivo. Empleados del hotel trabajan en una sala de centro de negocios con divisiones de distancia social, mientras esperan que el hotel Barceló se vuelva a abrir, durante el inicio de la reapertura gradual de las actividades, mientras continúa el brote de la enfermedad por covid-19, en México. 30 de junio de 2020. Foto: REUTERS
El Gobierno de México presentó el miércoles 22 de julio del 2020 un proyecto de reforma del sistema de pensiones que busca impulsar la prestación por jubilación y rebajar el tiempo de cotización de los trabajadores, una vez haya ultimado con el sector privado detalles de la ley que entraría en vigor a inicios del 2021.
El actual sistema, de 1997, ha sido cuestionado por el bajo rendimiento que otorga a los empleados, mientras que expertos han advertido que es una especie de bomba de tiempo por el creciente aporte del Estado, poniendo en riesgo las finanzas públicas, la inflación y el empleo formal.
La reforma busca que el monto de jubilación se acerque “muchísimo” al último salario que recibió el trabajador e incrementa el porcentaje de contribución de las empresas, dijo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, al anunciar el plan junto con el mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
En el acto estuvieron también el presidente del poderoso Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, Carlos Aceves, y los coordinadores del gobernante Morena en las cámaras de Diputados, Mario Delgado, y de Senadores, Ricardo Monreal.
“Después de esta reforma se espera que el trabajador promedio aumente su pensión en un 40%. Se trata de cambiar de una manera radical las condiciones de los trabajadores para que tengan (…) acceso a un retiro justo, digno”, dijo Herrera.
El plan, que sería enviado de “forma inmediata” al Congreso, prevé que el límite inicial para recibir la jubilación baje de 25 a 15 años, sin necesidad de que aumente la contribución de los trabajadores.
Además, dispone una subida progresiva del aporte de los patrones al sistema, a un 13.87% desde el 5.15% actual, y busca reducir las comisiones que cobran las principales administradoras privadas de fondos de pensiones, actualmente en torno a un 1%, hasta llegar al estándar internacional del 0.7%.
Una medida gradual
El titular de la Unidad de Seguros y Pensiones de Hacienda, Carlos Noriega, dijo a Reuters en una entrevista que el proyecto contempla dar un “periodo de gracia” de dos años en el que las aportaciones de los empleadores no aumentarán considerando, entre otros factores, los estragos económicos del coronavirus.
“El patrón va a subir su aportación (…) gradualmente a lo largo de ocho años. Tendremos dos años de gracia”, dijo Noriega. “Esperamos que pueda transitar todo el proceso legislativo en periodo ordinario de septiembre a diciembre (…), de manera que estuviese en vigor iniciando el año próximo”, agregó.
Las entidades conocidas como Afores en México administraban ahorros por unos 4.3 billones de pesos (USD 192,800 millones) al cierre de junio, según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Para el economista Alberto Ramos, de Goldman Sachs, la reforma es positiva porque aumentará los activos administrados por la industria local de fondos de pensiones, pero “la peor parte del ajuste recaerá en el sector corporativo”.
El encarecimiento del empleo formal podría empujar una parte aún mayor de la fuerza laboral al sector informal y generar presiones sobre la inflación, opinó el experto.