El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto (c), sale de una reunión de casi seis horas con las familias de los 43 estudiantes desaparecidos. Foto: EFE/Mario Guzmán
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo hoy, 3 de noviembre, que en los próximos días convocará a los partidos y organismos civiles del país a “emprender cambios de fondo” para que hechos como el del 26 de septiembre pasado en Iguala, donde murieron 6 personas y desaparecieron 43 estudiantes, no se vuelvan a repetir.
En un acto público celebrado en el Palacio Nacional, el mandatario lanzó un llamado a unir “esfuerzos en favor del Estado de derecho, combatir la corrupción y cerrar el paso a la impunidad“, tras dar la “bienvenida” a los pronunciamientos de los partidos y ONG en torno a lo sucedido en Iguala, en el sureño estado de Guerrero.
Independientemente de la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) sobre esa noche de violencia, que se saldó con seis muertes y la desaparición de 43 estudiantes, “es indispensable tomar medidas institucionales para que hechos como estos no se vuelvan a repetir”, aseguró.
“En los próximos días convocaré a la representación del Estado mexicano, a las fuerzas políticas y a las organizaciones de la sociedad para asumir el compromiso de emprender cambios de fondo, fortalecer nuestras instituciones y, sobre todo, asegurar la vigencia plena del Estado de derecho en nuestro país”, añadió.
Activistas de Amnistía Internacional en una vigilia con velas en la ciudad de México, exigen justicia en el caso de los 43 estudiantes que desaparecieron en Iguala. Foto: Ronaldo Schemidt / AFP.
El 26 de septiembre policías atacaron a tiros a alumnos de una escuela rural para maestros presuntamente por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, hoy prófugo junto con su esposa, María de los Ángeles Pineda, y el secretario de Seguridad, Felipe Flores, considerados autores intelectuales de los hechos violentos.
Esa noche murieron seis personas, 25 resultaron heridas y 43 jóvenes fueron detenidos y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de su desaparición, de acuerdo con las investigaciones de la fiscalía general.
Por el caso hay 56 detenidos: policías de Iguala y del vecino municipio de Cocula, así como miembros del grupo criminal, incluido su líder, Sidronio Casarrubias, quien reveló que cada mes el cártel entregaba elevadas sumas de dinero al alcalde e incluso decidía quiénes se integraban a la corporación policial.