El Gobierno de México reconoció ayer que hay rincones en la ruta de los migrantes (latinoamericanos ilegales) donde es imposible que puedan tener agentes federales y mucho menos marinos o soldados. Por esta razón no pueden garantizar su seguridad. A dos meses de la masacre de 72 migrantes ilegales en un rancho en San Fernando, Tamaulipas, el flamante comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, sostuvo que el gobierno del presidente Felipe Calderón no ha pensado nunca en modificar la política migratoria que México ha tenido a lo largo de sus historia. “Nuestro propósito es garantizar los mínimos estándares de seguridad de la gente que transita por nuestro país para llegar a Estados Unidos” , dijo el comisionado.Beltrán del Río aclaró que de ninguna manera pretenden construir un muro en la frontera sur. Ni crear una patrulla fronteriza para frenar el ingreso de inmigrantes latinoamericanos ilegales.Con 15 días en el cargo, el funcionario admitió que la labor que le encomendó Felipe Calderón no es menor, porque el fenómeno migratorio “está rompiendo paradigmas y presentando situaciones que antes no se vivían, como el secuestro, la extorsión y la trata de personas”. Ante la prensa local, él explicó que lo que hacen es alertar a la gente que cruza por México de las circunstancias por las que atraviesa el país en materia de crimen organizado, para que las tomen en cuenta.Salvador Beltrán del Río informó que el Gobierno de México diseñó con 17 países de América Latina una estrategia integral para prevenir y combatir el secuestro de migrantes. “Acordamos con las autoridades de 17 países de la región una serie de acciones para que desde sus lugares de origen se les informe de los peligros que representa la migración indocumentada y para que allá también se combata a los traficantes de personas”, explicó.