Un mexicano aguarda su ejecución

Familiares y amigos del mexicano Tamayo, condenado a pena de muerte en EE.UU. marchan en Miacatlán, México. Roberto Sánchez Villegas / efe

Febriles negociaciones diplomáticas y manifestaciones buscaban evitar la ejecución del mexicano Édgar Tamayo Arias, prevista para la tarde del miércoles en Texas, que solo la Suprema Corte podría detener con un fallo de último momento.
Tamayo Arias, de 46 años, debía ser ejecutado con inyección letal a las 18:00 locales en la cámara de la muerte de Huntsville, en Texas (EE.UU.).
La Cancillería mexicana sostuvo ayer que está movilizando aún las últimas opciones "políticas" y "jurídicas" para evitar que sea ajusticiado.
Luego de un recurso ante una Corte de Apelaciones de Texas, los abogados de Tamayo presentaron las últimas apelaciones ante la Suprema Corte: una que se apoya en la violación de sus derechos consulares y otra que se propone reabrir la discusión sobre su eventual retraso mental.
Una lluvia de llamados e intervenciones diplomáticas y judiciales intentaban a último minuto evitar la muerte del mexicano, condenado por el asesinato de un policía en 1994 en Houston, pero privado de sus derechos consulares, en violación de la Convención de Viena de 1963. Esta prevé que todo extranjero debe recibir asistencia de sus representantes consulares, tras ser informado de sus derechos.