Una de las enfermedades para la que vacunan MSF es la neumonía, la mayor causa de mortalidad entre niños menores de cinco años en el mundo. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La delegación griega de Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció el 14 de julio en un comunicado que el alto precio de las medicinas impuesto por las farmacéuticas dificulta la vacunación de niños en centros de refugiados.
En Grecia, informó la ONG, han vacunado a más de 5 000 menores de entre seis meses y 15 años en los diversos campos de refugiados del territorio.
Una de las enfermedades para la que vacunan es la neumonía, la mayor causa de mortalidad entre niños menores de cinco años en el mundo y a la que están expuestos especialmente aquellos en situaciones precaria.
Las farmacéuticas, sin embargo, se niegan a reducir el precio de las vacunas para las ONG en situaciones de emergencia, obligándolas a comprarlas en el mercado minorista, es decir, en farmacias.
El coste en una farmacia de una dosis de vacuna contra la neumonía es de 60 euros, mientras que el menor precio al que se pueden conseguir, a través de la organización público-privada Gavin a la que solo tienen acceso países en desarrollo, es de 2,8 euros por dosis.
Para quedar protegido contra esta enfermedad cada niño necesita tres dosis.
MSF se lamenta de que “a pesar de vacunar a menores altamente vulnerables, las organizaciones humanitarias no puedan comprar vacunas” por ese precio menor.
La organización aseguró en su comunicado que lleva seis años negociando con Pfizer y GSK, únicas productoras de la vacuna contra la neumonía, para que bajen dicho precio.
“Pfizer y GSK deben reducirlo”, demandó Apostolos Veizis, director de la unidad de apoyo médico de MSF en Grecia, ya que “con el colapso de los sistemas sanitarios de Siria, Iraq y Afganistán, muchos niños que viven en los campos (de refugiados) nunca fueron vacunados, ni en sus países ni durante el viaje”.