El opositor Partido Republicano de Estados Unidos obtuvo importantes victorias en las urnas frente al gobernante Partido Demócrata. Para ello presentó a candidatos de minorías étnicas y descendientes de inmigrantes.
En los comicios de medio período, del marte pasado, se eligieron a los miembros del Congreso y a gobernadores de 37 de los 50 estados. Los republicanos se quedaron con 239 asientos de la Cámara de Representantes, contra 184 demócratas, lo suficiente para tener por sí solos mayoría. Mientras, el Partido Demócrata retuvo el control del Senado con 51 bancas, contra 47 republicanas.
Con este resultado, el republicano John Bohner reemplazará a Nancy Pelosi en la presidencia de la Cámara de Representantes. Bohner señaló que los resultados reflejaban el creciente malestar con las políticas de Obama.
Estas elecciones también registraron resultados históricos a favor de candidatos de minorías étnicas, en su mayoría republicanos. En el estado de Nuevo México, Susana Martínez es la primera gobernadora de origen hispano en la historia estadounidense.
Nikki Haley, cuyos padres nacieron en India, será la primera mujer gobernadora de Carolina del Sur (sudoeste) y Brian Sandoval será el primer gobernador de origen hispano en el estado de Nevada (occidental).
El republicano Marco Rubio, hijo de cubanos, se convirtió en senador tras arrasar en las urnas de Florida (sudeste), estado que optó en su mayoría por Obama en el 2008. Ahora Rubio es la estrella de los ultraconservadores y ya se lo menciona como posible integrante de la fórmula republicana para las presidenciales.
A ellos se unen figuras menores pero simbólicas, como Jaime Herrera, representante por Washington, el primer hispano electo proveniente de ese estado.
Todos forman una nueva generación de hispanos con los que el Partido Republicano quiere reconquistar a esa parte del electorado minoritario, pero clave para dirimir en elecciones reñidas.
Del lado demócrata, Terri Sewell se convirtió en la primera afroestadounidense en ir al Congreso por Alabama. El Partido Republicano incluyó a 14 candidatos afrodescendientes para la Cámara de Representantes en todo el país, el doble que en el 2008.
El triunfo de Obama hace dos años inspiró a los republicanos a ajustar su discurso para atraer a un electorado más diverso y presentar candidatos de las minorías étnicas, explicó el director del Centro para el Estudio de la Raza, Etnicidad y Política de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Mark Sawyer.
Pero, aclaró que casi todos los republicanos representantes de minorías ganaron en áreas de mayoría blanca y opuestas a una completa reforma migratoria impulsada por Obama y que es apoyada por muchos blancos y latinos. “Estas elecciones no significan la adopción de una agenda por las minorías”, aclaró Sawyer.
La victoria republicana dificultará la capacidad de Obama para hacer efectivas sus propuestas durante los próximos dos años, y posiblemente lo obligue a enfocar fuerzas en defender su reforma de la salud y otros proyectos que ya se han convertido en ley.
La popularidad del Mandatario cayó y los republicanos capitalizaron la frustración ante la débil recuperación económica, el alto desempleo y el aumento del déficit fiscal federal. Cuatro de cada 10 votantes dijeron sentirse peor económicamente que hace dos años, según varios estudios y encuestas a boca de urna.
Los hispanos también fueron determinantes para los demócratas, lo que evitó que permitió frenar el alud republicano. “Todo indica que el apoyo de los latinos a los candidatos demócratas fue muy fuerte en todo el país”, con un 64% de los votos en la Cámara de Representantes, por 34% para los republicanos, explicó a la AFP Mark López, director adjunto del centro de análisis Pew Hispanic.
Los cubanoestadounidenses de Florida votaron por el candidato de la comunidad, sin importar la tibia posición de Rubio frente a la reforma migratoria, pero atraídos por sus promesas de luchar contra el gasto público.
Los hispanos en el oeste del país, en cambio, votaron abrumadoramente contra los candidatos de apellido hispano que no apoyan las reformas migratoria o de la salud. “Los votantes hispanos acudieron a las urnas para pedir respeto”, enfatizó Clarissa Martínez, directora de inmigración y campañas nacionales de La Raza.