Al menos 67 personas resultaron heridas, la mayoría con quemaduras, en el tradicional lanzamiento de fuegos pirotécnicos para festejar la llegada del Año Nuevo en Buenos Aires, informaron hoy, miércoles 1 de enero de 2013, fuentes sanitarias.
En el Hospital del Quemado de Buenos Aires fueron atendidas 24 personas, entre ellas 16 niños, casi la mitad que en Nochebuena, informó el centro sanitario, al que ingresó durante la noche un joven que había perdido la falange de un dedo por la explosión de un petardo.
La directora del hospital, Miriam Miño, recomendó no usar pirotecnia y, en caso de hacerlo, asegurarse de que de que está autorizada y en condiciones, porque dos niños tuvieron que ser atendidos porque los petardos “les explotaron en los bolsillos”.
Miño recomendó también ir a lugares especializados apenas ocurre el accidente ya que, en caso de dejar pasar unas horas, la lesión puede agravarse aún más.
Otras 43 personas fueron asistidas en los hospitales oftalmológicos Santa Lucía y Pedro Lagleyze por lesiones oculares causadas por el mal uso de artefactos pirotécnicos e impactos de tapones de corcho.
De los heridos, “cinco casos son graves, dos de los cuales son casos quirúrgicos con pronóstico reservado, uno de ellos de 15 años y otro, de 18 años, con estallido del globo ocular”, informó el jefe de guardia del Lagleyze, Marcelo Oliveri. El número de heridos fue casi la mitad que en Nochebuena, cuando los servicios de emergencia tuvieron que atender a 120 personas en todo el país, la mayoría en la capital argentina.
El lanzamiento de pirotecnia provocó además el incendio de 80 colectivos en desuso en la localidad argentina de Quilmes, en la periferia sur de Buenos Aires, pero no se registraron heridos.