Cientos de miles de personas en más de 70 ciudades de Estados Unidos se manifestaron ayer contra la ley antiilegales de Arizona. El reclamo apunta una ley integral que beneficie a los inmigrantes indocumentados y que termine con las redadas y deportaciones que destruyen familias. “Educación, no deportación”, “Verguenza sobre Arizona” y “Boicot contra el Racismo”, se leyó en las pancartas de manifestantes convocados en la ciudad californiana de Los Ángeles, en Phoenix, la capital de Arizona, y en Washington, frente a la Casa Blanca, entre decenas de otros estados. La mayor de las protestas se registró en el centro de Los Ángeles, donde la prensa mostró calles repletas de manifestantes, en su gran mayoría latinos. En Phoenix, frente a la sede del Congreso de Arizona, donde se aprobó la Ley promulgada luego por la gobernadora, la republicana Jan Brewer, se reunieron unas 5 000 personas, según los reportes de los medios informativos, mientras que una cifra similar llegó hasta la plaza Lafayette, ubicada frente a la Casa Blanca. Ante la multitud en la capital estadounidense -a donde llegaron también manifestantes de los estados vecinos de Maryland y Virginia-, el líder sindical Jaime Contreras, quien llegó sin papeles en 1998 desde El Salvador, reclamó que la reforma migratoria “se apruebe este año, no el próximo”. En Nueva York, entre una pancarta del Frente Unido de Inmigrantes ecuatorianos y carteles que llamaban al boicot contra Arizona, un joven peruano dijo que está por terminar la carrera de Política Internacional y listo para asistir a la sociedad local. Se estima que entre 11 y 12 millones de inmigrantes indocumentados viven en Estados Unidos, unos 460 000 de ellos lo hacen en Arizona. Cuando entre en vigor la ley, entre fines de julio y principios de agosto, la policía local en ese estado podrá detener a personas que les parezcan “razonablemente sospechosos” de ser inmigrantes ilegales.