El caso contra el presunto informante de Wikileaks Bradley Manning continuó hoy en su segundo día de vista preliminar ante una corte militar estadounidense en Fort Meade, Maryland, cerca de Washington, en cuyos alrededores seguidores del joven soldado se preparaban para un día de protestas a su favor.
Algo que seguramente no trascenderá hasta Manning, quien este mismo sábado cumple 24 años en medio de las deliberaciones que decidirán si es llevado ante un tribunal militar y juzgado por cargos tan graves que, previsiblemente, lo llevarán a la cadena perpetua.
Un representante legal del Ejército confirmó hoy nuevamente a los medios que siguen el caso in situ en Fort Meade, entre ellos dpa, que, en caso de ser considerado culpable, no se pedirá la pena de muerte. La jornada de este sábado estará dedicada a escuchar los primeros testimonios de los testigos presentados por la acusación, según adelantaron fuentes legales relacionadas con el caso.
De lograrse avanzar rápido, podrían también presentarse las primeras pruebas, lo que constituiría la primera vez que se conocen públicamente los elementos que presuntamente implican a Manning con la filtración de información secreta sobre las guerras de Afganistán e Iraq que según el gobierno estadounidense comprometieron seriamente la seguridad de los militares norteamericanos, entre otros.
La vista ante una corte militar que decidirá si hay suficientes pruebas como para proceder a un juicio -también militar- contra Manning comenzó el viernes bajo gran atención mediática.
Fue la primera vez que periodistas pudieron ver a Manning desde que fuera detenido y apresado hace más de año y medio, acusado de sacar informaciones y documentos secretos de computadoras durante su destino como analista de los servicios secretos del Ejército estadounidense en Iraq, y entregárselos a la plataforma Wikileaks.
Su posterior publicación provocó un escándalo en todo el mundo al conocerse detalles sobre las guerras en Iraq y Afganistán, además de cientos de miles de despachos diplomáticos internos de Estados Unidos.
El joven soldado enfrenta un total de 22 cargos, en parte muy graves, al considerar el gobireno de Barack Obama que con su actuación puso en manos de sus enemigos la vida de sus compañeros y comprometió también la diplomacia del país. Su abogado, David Coombs, trató la víspera de recusar al oficial al cargo de la vista, Paul Almanza, alegando un posible conflicto de intereses al ser no sólo militar en reserva sino también fiscal en el Departamento de Justicia, pero finalmente su petición no prosperó.