Malala por las niñas

El secuestro de 200 niñas nigerianas, a cargo de un grupo fundamentalista islámico en Nigeria, clama a la conciencia del planeta.

Decenas de personalidades mundiales han divulgado su clamor.

Los hechos relatan que el 14 de abril 200 terroristas del grupo Boko Haram secuestraron a 200 niñas nigerianas. Boko Haram, de conocidas actividades reñidas con la convivencia pacífica, es un grupo fundamentalista islámico. En su anacrónica e inhumana 'lógica' ellos piensan que las mujeres no deben recibir educación y deben estar al servicio de los hombres. Los terroristas amenazan con venderlas como esclavas.

El tema cobra actualidad y horroriza a la conciencia civilizada de la humanidad. Esta semana múltiples personalidades expresan su pedido de liberación de las niñas nigerianas secuestradas que, se sospecha, están en un sector impenetrable de la frontera de Nigeria con Chad y Camerún.

Kofi Annan, exsecretario general de las Naciones Unidas, Michel Obama, la esposa del Presidente de los Estados Unidos y centenas de artistas y personalidades de todo el mundo exhiben en las redes sociales y en los medios, carteles por la liberación de las niñas.

De todas las voces y clamores solidarios hay uno especial. Malala Yousafsai. La niña paquistaní de 16 años sabe lo que es la discriminación en carne propia. Ella fue obligada por guerrilleros talibanes a salir de la escuela. Malala fue víctima de un atentado terrorista y vive ahora en Londres. Ella es un símbolo de la lucha por los derechos civiles.

Este fin de semana los medios del mundo traen el mensaje de Malala. Ella, que tiene su propio blog, escribió un artículo en el influyente diario norteamericano The New York Times, cuyo contenido está multiplicando el mensaje.

Cuando hay casos como el salvaje secuestro referido, la pregunta surge de inmediato: ¿La soberanía, la no intervención en asuntos internos puede cegarse ante un episodio que clama a la conciencia humana?

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