El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el líder opositor Henrique Capriles, severamente enfrentados desde hace meses, se dieron la mano hoy miércoles, 8 de enero, por primera vez desde las elecciones presidenciales del 2013. Este hecho se dio en el inicio de una reunión urgente sobre inseguridad tras el homicidio de la ex reina de belleza Mónica Spear.
Capriles ha desconocido, desde las elecciones del 14 de abril del 2013, la legitimidad de Maduro como jefe de Estado y el mandatario lo acusó de golpismo.
Pero ambos dejaron de lado sus diferencias y se estrecharon las manos, según constató la AFP, al iniciar una reunión para elaborar un plan anticrimen en un país conmocionado y que padece una de las mayores tasas de homicidio mundiales.
Luego del estrechón de manos entre ambos políticos, Maduro al abrir la reunión manifestó “agradecer la presencia de todos los gobernadores y gobernadoras” en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno.
“Nicolás te propongo poner a un lado nuestras profundas diferencias y unirnos contra la inseguridad, un solo bloque”, había escrito Capriles el martes en su cuenta de Twitter.
La reunión que contó con la presencia de un centenar de gobernadores y alcaldes se registra luego de que la noche del lunes, 6 de enero, fueran acribillados Mónica Spear, de 29 años y actriz de la cadena estadounidense Telemundo, y su pareja, Thomas Henry Berry, de 39 años. La hija de ambos, Maya, de cinco años, resulto herida de bala pero el último reporte señala que está en condición estable.
El homicidio conmocionó a Venezuela, un país donde las tasas de asesinatos llegan a 79 casos por 100 000 habitantes, la segunda mayor del mundo, según una ONG. La violencia está acompañada además de un incremento exponencial de secuestros, asaltos, extorsiones y otros tipos de delitos contra la propiedad y las personas.