Mauricio Macri seguramente pensó que dirigir una ciudad como Buenos Aires no sería tan complejo como Boca Juniors, el equipo del que fue presidente durante 12 fructíferos años, entre 1995 y el 2007.
El popular equipo ganó cinco campeonatos argentinos, tres Copa Libertadores, dos Intercontinentales y dos Sudamericanas. Pero la suerte política no tiene por qué parecerse a la deportiva.
La confirmación de la Cámara Federal a su procesamiento por “delitos de violación de secretos, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos, en concurso con la participación en una asociación ilícita” pueden repercutir en su carrera como el candidato más fuerte de la derecha para la Presidencia de Argentina que se efectuará en el 2011.
Según la Justicia, Macri está comprometido en los cargos por haber participado en escuchas telefónicas al empresario Carlos Ávila, a Sergio Burnstein, dirigente de los familiares de las víctimas de la AMIA (el atentado terrorista del 18 de julio de 1994 a la Asociación Mutual Israelí Argentina, que mató a 84 personas y dejó 300 heridos) y a un cuñado.
Para Macri, el procesamiento es “una mamarrachada” de la cual está detrás el ex presidente del país Néstor Kirchner.
Al menos cuando lo procesó el juez Norberto Oyarbide, en la primera instancia, pudo ser un argumento creíble para algunos. Pues fue Oyarbide, quien absolvió a los Kirchner por su desproporcionado crecimiento patrimonial.
Pero además se investiga a Ricardo Jaime, el ex subsecretario de Transporte, el más cuestionado por corrupto en los dos últimos gobiernos de Argentina.
Que la Cámara Federal, cuyos jueces son considerados intachables y que difícilmente puedan responder a los Kirchner, lo confirmara es algo que lo ha dejado en una soledad de la que busca salir desesperadamente.
Las diferencias con su padre
Los sectores políticos aliados a él, como la Coalición Cívica, le dieron la espalda. “No me consta que (Kirchner) esté detrás de esto”, dijo su aliado en las últimas elecciones, Felipe Solá.
“Es una fallo impecable”, afirmó Elisa Carrió a la sentencia de la Cámara, aunque anteriormente calificara al fallo de Oyarbide como una “verguenza”.
Si es entendible que en política se haga leña del árbol caído, lo más grave ocurriría en su círculo familiar. Franco, padre de Mauricio, es uno de los hombres más acaudalados del país. Tiene buenos negocios con los Kirchner. “Pondría las manos en el fuego de que el Gobierno no tiene nada que ver”, dijo el padre, aunque luego tratara de recomponerse con un “Mauricio tampoco”.
“Duele que un padre tome una posición pública como esta. Podría haberse ahorrado los comentarios’ Podría hablar por teléfono, pero muchas ganas vos no tendrías de hablar con tu papá si dice las cosas que dice”, señaló Mauricio en una entrevista en el canal de noticias C5N.
El duelo familiar se debe a cuestiones patrimoniales. Hace algunos años, Mauricio quería declarar insano a su padre y hasta le pidió al psiconalista de Franco que lo avalara. Desde entonces, padre e hijo están separados.
La paradoja de la crisis que hoy envuelve al Jefe de Gobierno porteño es que no supo “escuchar” las críticas que habían comenzado cuando nombró a Jorge ‘Fino’ Palacios como Jefe de la nueva Policía Metropolitana. Palacios está procesado por obstaculizar las investigaciones en la causa AMIA, cuando era de la Policía Federal. Para Macri, “solo estaba procesado” e insistió en que ha sido uno de los mejores policías, “de los más premiados”.
Además, Macri defenestraba, por ejemplo, a Burnstein. “¿Quién es? Ni siquiera es la mujer (de Burnstein). Es la ex mujer. ¿Qué tiene que ver?”.
Los errores de Macri
Lo cierto es que Mauricio Macri ha cometido errores en su administración, sobre todo en la designación de funcionarios y que parecen dar la razón a aquellos que lo consideran de la derecha ‘facha’ (fascista). Antes nombró a Abel Posse como ministro de Educación, quien debió renunciar 12 días después por sus vínculos con la dictadura.
Con un nombre de agente, Ciro James es otro de los nombres que complica a Macri y actualmente detenido. Ex agente de la Policía Federal, fue contactado por Palacios. Montó todo el operativo de espionaje. Fue contratado para trabajar en el Ministerio de Educación, aunque nunca realizó labor alguna. Palacios le había prometido el departamento de Inteligencia de la Policía Metropolitana, una de las promesas de campaña frente a la inseguridad.
Macri y sus funcionarios de primera línea negaron conocerlo, pero en sus declaraciones ante Oyarbide dijo conocer al ex ministro de Educación, Mariano Naradowski, quien debió renunciar a su cargo y está actualmente procesado. Sin embargo, una investigación del periodista Walter Goobar revela un dato inquietante: la ex esposa de Macri y la de James, mantenían negocios juntas.
No solo su carrera hacia la Presidencia está en peligro, sino también su permanencia como Jefe de Gobierno de Buenos Aires, aunque Jaime Durán Barba, el ecuatoriano que lo asesora en estrategia política, consideró que lo de las escuchas telefónicas no le importa a los porteños.
Por eso, ha pedido que el juicio oral comience lo más pronto posible y hasta se convirtió en el primer funcionario de la historia en pedir él mismo que se realice el juicio político en la Legislatura de la ciudad, una movida política para ganar tiempo, que si bien descolocó a la oposición no fue aceptada por la Legislatura.
Acosado por todos lados, Macri luce un rostro demacrado. “Lo único que pretendo es que se sepa la verdad”, dijo al diario La Nación. Pero para eso hay que esperar mucho tiempo, mientras el 2011 se ve muy lejano para él y su Boca Juniors tampoco vive sus mejores momentos.
HOJA DE VIDA: Mauricio Macri
Nació en Tandil, provincia de Buenos Aires, el 8 de febrero de 1959. Es un empresario y político de centroderecha argentino.
Obtuvo el título de Ingeniero Civil en la Universidad Católica Argentina.
Trayectoria política. 2005-2007, diputado nacional. Jefe de Gobierno de Buenos Aires desde el 2007.