Machado, la obstinada opositora del chavismo

Corina Machado ha sido blanco frecuente de ataques violentos por parte de partidarios del Gobierno venezolano. FOTO: JUAN BARRETO / AFP

Corina Machado ha sido blanco frecuente de ataques violentos por parte de partidarios del Gobierno venezolano. FOTO: JUAN BARRETO / AFP

No es la primera vez que María Corina Machado enfrenta un proceso en su contra.

Antichavista declarada, la diputada nacional por el estado de Miranda está habituada a enfrentarse al Gobierno venezolano. Primero con Hugo Chávez y en la actualidad con su heredero político, Nicolás Maduro. La amenaza de una investigación judicial por la violencia en las protestas recientes no parece que vaya a amedrentarla ahora.

Si bien su ingreso a la vida política venezolana es reciente -fue elegida diputada con un abrumador 85% de los votos en 2010, y en 2011, precandidata presidencial-, Machado trabajó activamente desde la sociedad civil para combatir al chavismo.

Divorciada y madre de tres hijos, nació el 7 de octubre de 1967, en el seno de una familia conservadora y ligada al mundo empresarial. Es hija de la extenista Corina Parisca y del empresario del acero Enrique Machado Zuloaga, cuya compañía, Sidetur, fue expropiada en el 2012 por el chavismo.

Considerada una referente clave de la oposición venezolana, y calificada por el chavismo como "enemiga" de la revolución bolivariana, fue denunciada por el oficialismo de firmar en el 2002 el Decreto Carmona (acta de constitución del gobierno de facto de Pedro Carmona, tras el golpe de Estado que sacó brevemente del poder a Chávez), y acusada de golpista y traidora a la patria.

Machado es graduada en ingeniería industrial en la Universidad Católica Andrés Bello. Tuvo un breve paso por empresas automotrices, combinado con la docencia, a comienzos de los años 90. En 1994 comenzó a trabajar en el sector no gubernamental, donde se desempeñó la década siguiente.

En ese año inició, junto con su madre, la Fundación Atenea, que daba atención a chicos huérfanos y a jóvenes en situación de abandono.

Pero en el 2003 dejó Atenea y cofundó Súmate, una asociación civil para la promoción de los derechos políticos, que al año siguiente llevó adelante una recolección de firmas y logró, no sin lidiar con cuestionamientos del oficialismo por su validez, la convocatoria a un referéndum revocatorio del mandato de Chávez, que finalmente fue ratificado en su cargo por las urnas.

En el 2005, Machado estuvo nuevamente en la mira del chavismo. Ese año enfrentó un juicio, acusada de recibir financiamiento del National Endowment for Democracy, institución que, según el oficialismo, depende del Departamento de Estado norteamericano. El proceso fue suspendido un año después por irregularidades, pero Machado tuvo prohibido salir del país por tres años.

Además de los procesos judiciales y las denuncias en su contra, su antichavismo la volvió blanco frecuente de ataques violentos por parte de partidarios del Gobierno.

La investigación en su contra iniciada por el oficialismo por las protestas del 12 de febrero parece ser solo un eslabón más de una larga cadena.

Machado afirmó la semana pasada, desde Lima y antes de regresar a su país natal, que seguirá ejerciendo como legisladora. "Vamos a luchar hasta vencer. El régimen brutal de Nicolás Maduro creyó que con esta represión nos iba a asustar, pero nos ha dado más fuerza", escribió en su cuenta de Twitter, que hasta el fin de semana contaba con alrededor de 1 890 000 seguidores.

En contexto. Machado fue suspendida de su cargo por la Asamblea Nacional tras participar como "representante alterna" de Panamá en la OEA. Hasta ayer se contabilizaban 39 muertes por las protestas; El Vaticano ofreció su ayuda para un diálogo entre el gobierno y la oposición.

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